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sábado, 17 de septiembre de 2011

TLACAÉLEL, UN SABIO PODER DETRÁS DEL TRONO



TLAKAÉLEL O TLACAÉLEL (1398h.-1480h. aprox.) (Náhuatl: 'EL QUE ANIMA EL ESPÍRITU'), fue un Guerrero, Pensador, Economista, Estadista y Reformador Religioso MEXICA. Se desempeñó en el cargo de SACERDOTE CIHUACÓATL: Mujer Serpiente; CONSEJERO, ejerció como consejero y, efectivamente, tomó el poder tras el trono del SEÑORÍO MEXICA, durante cincuenta años (1428-1478), según la historiografía actual. Consejero de TRES TLATOANIS: Itzcóatl, Moctezuma Ilhuicamina y Axayácatl. Sobrino de Itzcóatl y hermano de Chimalpopoca y de Moctezuma Ilhuicamina. Fue el AUTOR INTELECTUAL DE LA REFORMA RELIGIOSA, IDEOLÓGICA E HISTÓRICA MÁS IMPORTANTE EN LA HISTORIA DE LOS MEXICAS.

Fue bautizado con el nombre de ATECPANÉCATL, "EL HEREDERO DE LA NOBLEZA MEXICA"; luego, al quitársele su derecho al trono (que se le otorgó a Chimalpopoca, nieto de Tezozómoc de Azcapotzalco), fue llamado TLACAÉLEL, "el desposeído"; y finalmente obtuvo el nombre de Cihuacóatl (mujer serpiente, gemelo femenino), al convertirse en el SACERDOTE SUPREMO de esta deidad.

Cuando Maxtla, hijo de Tezozomoc, sucedió a su padre en el trono de Azcapotzalco, TLACAÉLEL guío a la TRIPLE ALIANZA o EXCAN TLAHTOLOYAN (México-Texcoco-Tlacopan) contra los Tepanecas, porque los agobiaban los impuestos que éstos les imponían. A la muerte de Chimalpopoca, los Mexicas eligieron a un niño, Xihuitltémoc, que murió a los dos meses (o fue asesinado, seguramente). Lo sucedió Itzcóatl, hijo de Acamapichtli. Ante la amenaza Tecpaneca, Itzcoatl se aprestó a reconocer a Maxtla como Soberano Todopoderoso del Valle.

En ese momento intervino TLACAÉLEL, el hombre que iba a cambiar para siempre el destino de los Mexicas: logró que su pueblo pasara del estado de subordinado al de dominante. TLACAÉLEL, hijo de Huitzilihuitl, segundo Huey Tlatoani Mexica, convenció a los Señores Mexicas de la necesidad de no aceptar la sumisión y de luchar contra los Tecpanecas. Los Mexicas se unieron a otras ciudades que se encontraban bajo el yugo de los Tecpanecas. De la unión de Tenochtitlan, Tlacopan (Tacuba) y Tetzcuco NACIÓ LA TRIPLE ALIANZA. Esta nueva fuerza, dirigida por Itzcóatl, el propio TLACAÉLEL y su hermano Motecuhzoma Ilhuicamina, y el señor Nezahualcoyotl de Tetzcuco (Texcoco), iba a infligir grandes derrotas a los Tepanecas, hasta la caída de Azcapotzalco en 1428.

LAS REFORMAS DE TLACAÉLEL

CREADOR DE LA EXCAN TLAHTOLOYAN O TRIPLE ALIANZA, confederación de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan. Después de esta victoria, TLACAÉLEL recibió el título de CIHUACÓATL, consejero SUPREMO DEL HUEY-TLATOANI, y se aplicó una reforma completa de la sociedad. Con él nació la visión mística-génico-guerrera del pueblo mexica que se consideró EL PUEBLO ELEGIDO DEL SOL, consolidando el poder Mexica bajo una reforma ideológica, sustentada en EL RÉGIMEN ZUYUANO.

Hizo quemar los viejos códices propios y de los pueblos vencidos para reemplazarlos por nuevas versiones. Los libros de historia volvieron a ser los instrumentos de dominación que habían sido siempre. Los viejos dioses tribales fueron conservados pero los Mexicas ubicaron en primer rango sus divinidades más destacadas: HUITZILOPOCHTLI y TLÁLOC, dios de la Lluvia.

Al instaurarse el dominio mexica creó la Guerra Florida que tenía dos objetivos:

Someter a pueblos rivales para obtener tierras y repartirlas entre los guerreros destacados, CALPULLIS y gente común.

Capturar enemigos y utilizarlos en los sacrificios humanos para sus divinidades.

Se enfrentó al Consejo Sacerdotal y al HUEY-TLATOANI despojándolos a éstos y a sí mismo de sus posesiones y repartiéndolas entre los habitantes, apoyando así a la economía; estuvo en desacuerdo con el Poder Absoluto del TLATOANI y propuso un CONSEJO DE ANCIANOS que frenarían al HUEY-TLATOANI y dividiendo al estado en dos poderes, legislativo y ejecutivo además de proponer que el poder no residiera sólo en una etnia.

CONCEPCIÓN DEL MUNDO

Los Mexicas consideraban que antes habían existido varios soles. Habían sido el sol de la tierra, seguido de aquellos del viento, del fuego y del agua. Todos perecieron en un cataclismo. EL QUINTO SOL FUE CREADO EN TEOTIHUACAN. Los dioses se reunieron para designar a quien tendría el honor de encarnar al nuevo astro. Este Sol era el del movimiento (ollin, en náhuatl). Pero, como los precedentes, su destino era desaparecer también en un cataclismo.

Es esta perspectiva, el origen de la VISIÓN MÍSTICO-GENICO-GUERRERA de los Mexicas se apoyó en la propuesta de TLACAÉLEL, que logró persuadir a los Sabios de que se podría evitar la muerte del Sol alimentándolo de ATL-TLACHINOLLI (agua preciosa). Este líquido era la sangre de seres humanos que habría que sacrificar para asegurar la supervivencia del astro solar, el cual necesitaba de dicho alimento en el tránsito por la bóveda celeste. Para que no falte jamás el agua preciosa, TLACAÉLEL instaura el principio del Xochiyáoyotl (guerras floridas) entre las ciudades de la Triple Alianza. El objetivo era de obtener suficientes prisioneros para los sacrificios. Para que el Sol viviera, la guerra se volvía indispensable. Los mexicas justificaban entonces sus conquistas por la misión suprema que debían cumplir.

 TLACAÉLEL, MEDITANDO
LAS REFORMAS EN TEOTIUACAN

En todo el valle de México los NUEVOS CÓDIGOS ilustraron la potencia de Huitzilopochtli y la GRANDEZA DEL PUEBLO MEXICA. Las conquistas de los Altepetl de los Mexicas se basaban fundamentalmente en el dominio económico y la admisión absoluta de Huitzilopochtli por encima de las deidades locales.

LA VISIÓN HISTÓRICA actual sobre TLACAELEL tiene rasgos de ficción por quien no sabe discernir la literatura de la ficción (es el mismo caso que con Azteca de Gary Jennings, que es tomada ignorantemente como una fuente válida). Exponen Miguel León-Portilla y Roberto Peredo "hay buen número de testimonios que permiten reconstruir su vida, hasta su muerte poco antes de que falleciera Axayácatl, tlatoani de Tenochtitlan, en 2-Casa, 1481..."; Antonio Velasco Piña (novelista) escribió una novela titulada "TLACAÉLEL", donde se explica en gran parte la vida de TLACAÉLEL y SU INFLUENCIA SOBRE TENOCHTITLAN.




MIGUEL LEÓN-PORTILLA

El inicio del esplendor de MÉXICO-TENOCHTITLAN se debe, en parte, a los sagaces oficios de un joven príncipe llamado TLACAÉLEL, consejero de tres gobernantes mexicas. Miguel León-Portilla, máximo especialista en el tema, hace el retrato de ese consigliere que, aunque ejerció siempre un Gran Poder, no sucumbió a la tentación de convertirse él mismo en Tlatoani.

TLACAÉLEL, UN SABIO PODER DETRÁS DEL TRONO, Mauricio Gómez Morín

En el grandioso escenario del Valle de México se vivían tiempos de intensa agitación. Un reino, el de los Tecpanecas de Azcapotzalco, tras haber consumado varias conquistas, se proponía someter a todos los habitantes de la región de los lagos. Primeramente cayó Tezcoco Acolhuacan. Ello ocurrió en un año 4-Conejo, equivalente a 1418. El príncipe Tezcocano Nezahualcóyotl comenzó entonces una vida errante para escapar de las asechanzas de los de Azcapotzalco.
    
Pronto entró en la mira MÉXICO-TENOCHTITLAN. Muerto Tezozómoc, se asentó en la estera real su hijo Maxtlaton. Era el año 12-Conejo, 1426. Guerreros de Azcapotzalco fueron entonces a dar muerte a Chimalpopoca, Tlatoani, Gobernante Supremo, de MÉXICO-TENOCHTITLAN. La situación era en extremo tensa. Los principales MEXICAS, ITZCÓATL, el Nuevo Tlatoani, y los jóvenes príncipes MOTECUHZOMA ILHUICAMINA y TLACAÉLEL —ambos de menos de treinta años—, se reunieron con otros, entre ellos Nezahualcóyotl.
   
TLACAÉLEL tomó entonces la palabra. Elocuente y con fama de sabio y de gran prudencia, entre otras cosas demandó de los Señores Mexicas el envío de un embajador para hablar con Maxtlaton. Sus últimas palabras fueron: "PERDED, MEXICAS, EL TEMOR." TLACAÉLEL se ofreció y marchó para hablar con el Tlatoani de Azcapotzalco. La respuesta de éste fue: "Sumisión total o guerra."
    
El Pueblo Mexica vaciló, pero TLACAÉLEL dio ánimo al Tlahtoani Itzcóatl y rápidamente se concertaron alianzas con los señores de Tlaxcala y otros varios lugares. Nezahualcóyotl, por su parte, reunió hombres venidos de Tezcoco. Aunque antes se veía imposible, se formó entonces un formidable EJÉRCITO COMANDADO POR TLACAÉLEL. Actuó éste con sagaz estrategia y atacó a los Tecpanecas de Azcapotzalco. En el año 1-Pedernal, 1428, como lo consigna escuetamente LA CRÓNICA MEXICÁYOTL, lo que parecía inverosímil ocurrió: "Fueron conquistados los de Azcapotzalco." En 1431 se entronizó Nezahualcóyotl en Tezcoco, y MÉXICO-TENOCHTITLAN dio comienzo a sus años de esplendor. En una de las estructuras del Templo Mayor de los mexicas hay una lápida con la fecha de 4-Caña (1431).

El origen de TLACAÉLEL que "decidía lo tocante a la guerra,
las condenas a muerte y cuanto había de hacerse"

Esta afirmación no es inventada. La consignó el Cronista Chimalpain Cuauhtlehuanitzin. En otros lugares de sus Relaciones expresó asimismo: "Quien primero engrandeció y enalteció el Señorío fue el Valiente Guerrero TLACAÉLEL, según aparece en los anales" (Séptima Relación, fol. 166 v.). La CRÓNICA MEXICÁYOTL añade que TLACAÉLEL llegó a ser in CEMANÁHUAC TEPEHUANI, "CONQUISTADOR DEL MUNDO" (Alvarado Tezozómoc, nueva edición de 1975, pág. 121).
    
¿Cambió entonces TLACAÉLEL el saber por el poder? ¿Quién era ese joven que de pronto irrumpió en el destino de su pueblo? No llegó él a ser gobernante supremo y jamás quiso serlo. Sin embargo, nada se hacía sin su intervención a partir del triunfo sobre Azcapotzalco, ni luego, a lo largo de casi cuarenta años. Su nombre, TLACAÉLEL, fue verosímilmente un apodo en el sentido de "varón esforzado" o, si se prefiere una versión literal, "entrañas de macho".
    
El ya citado Chimalpain escribió que en 10-Conejo, 1398, había nacido TLACAÉLEL, hijo del TLATOANI HUITZILÍHUITL y de la princesa Cacamacihuatzin. De los años de su niñez y temprana juventud poco sabemos, aparte de que vivió tiempos muy difíciles por obra de las asechanzas de Azcapotzalco. TLACAÉLEL, como noble que era, recibió esmerada educación en el PRINCIPAL CALMÉCAC o ESCUELA SACERDOTAL de la ciudad. Además de ejercitar su cuerpo y adiestrarse en las artes de la guerra, HIZO SUYA LA ANTIGUA SABIDURÍA ESTUDIANDO EN LOS LIBROS DE PINTURAS Y CARACTERES. En ellos aprendió también LAS CUENTAS CALENDÁRICAS, LOS HIMNOS SAGRADOS Y LOS CANTOS. Se adentró igualmente en los XIUHÁMATL, LIBROS DE LOS AÑOS, donde se consignaba la historia, e hizo suyos los preceptos morales expresados por LA ANTIGUA PALABRA. En esa escuela fortaleció su corazón y adquirió un rostro sabio.

 TLACAÉLEL EN UN DISCURSO CON LA JUVENTUD MEXICA DURANTE LA fundación CALMÉCAC o ESCUELA SACERDOTAL

Poco después de abandonar el CALMÉCAC, contrajo matrimonio con la princesa Maquitzin, hija del gobernante supremo de Chalco. Y por cierto que TLACAÉLEL tuvo muchos hijos, entre ellos a Macuilxochitzin, que componía bellos cantos. Sobre sus actuaciones como capitán, gobernante adjunto y consejero de tres supremos gobernantes, hay buen número de testimonios que permiten reconstruir su vida, hasta su muerte poco antes de que falleciera AXAYÁCATL, TLATOANI DE TENOCHTITLAN, en 2-Casa, 1481.
    
Casi olvidado quedó, sin embargo, TLACAÉLEL en la historia novohispana y moderna de México. Cuando, hacia 1950, comencé a acercarme a nuestro pasado prehispánico, nadie indagaba, hablaba o escribía acerca de él. No es que me precie de ser su redescubridor, pero creo haber contribuido a darlo a conocer y a valorar mejor su vida y obra. A TLACAÉLEL dediqué amplio espacio en Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares, libro publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1961 y reeditado muchas veces.
     
Apartándome ya de referencias personales, atenderé, con apoyo en los testimonios que se conservan, a lo que significó su actuación como instigador de mucho de lo que ocurrió durante los gobiernos de ITZCÓATL, MOTECUHZOMA ILHUICAMINA y AXAYÁCATL.

TLACAÉLEL, elector, consejero de soberanos mexicas,
legislador y reformador religioso

Obtuvo TLACAÉLEL, sucesivamente, los títulos de Atecpanécatl y Cihuacóatl. El primero correspondía a un Achcuauhtli, uno de los principales en la administración del reino. Tal título se recibía por merecimientos en la guerra. El segundo título tenía la máxima importancia. Literalmente significa "Mujer Serpiente" y también "Gemelo Femenino". Se connotaba así la suprema dualidad, entendiendo al Tlatoani como reflejo de OMETECUHTLI, "EL SEÑOR DE LA DUALIDAD" y de OMECÍHUATL, "LA SEÑORA DUAL". Al CIHUACÓATL correspondía ser Consejero y Suplente Del Tlatoani.
    
De la actuación de TLACAÉLEL como guerrero, sabemos que dispuso campañas militares y realizó muchas conquistas. Sólo en una ocasión, luchando contra los purépechas de Michoacán, su ejército fue derrotado. Se conserva un poema con el que se pretendió consolarlo, al igual que al Tlatoani Axayácatl. Su actuación como capitán había salvado a Tenochtitlan de desaparecer absorbida por Azcapotzalco. Más tarde contribuyó a ensanchar los dominios mexicas, de mar a mar, y también por el norte y el sur.
    
Como ideólogo, hizo posible la formación de una nueva imagen del ser de los Mexicas, tanto en su conciencia histórica como en su concepción religiosa. Para ello, de común acuerdo con el Tlatoani Itzcóatl, dispuso se quemaran los códices o libros de anales, en los que el pueblo mexica aparecía débil y pobre, y se reescribiera su historia a la luz de la grandeza que estaba alcanzando. Se dice además, en las Antiguas Crónicas, que TLACAÉLEL se afanó por enaltecer la persona del dios Huitzilopochtli, hasta hacer de él la DEIDAD SUPREMA DE LOS MEXICAS. Por consejo de él, Motecuhzoma ILHUICAMINA reedificó y amplió el TEMPLO MAYOR DE TENOCHTITLAN. Su idea fue transformarlo en imagen plástica del lugar donde había nacido portentosamente Huitzilopochtli. Ello había ocurrido en Coatepec, el Cerro de la Serpiente. Su madre, la diosa Coatlicue, lo había dado a luz precisamente cuando sus otros hijos, capitaneados por Coyolxauhqui, intentaron darle a ella muerte. La victoria de Huitzilopochtli sobre sus hermanos simbolizó el destino guerrero de los mexicas. Los hallazgos arqueológicos realizados en el centro de la ciudad de México muestran que el gran Templo Mayor efectivamente simbolizó el Coatepec. En varias de sus etapas constructivas apareció la efigie de Coyolxauhqui. Se sabe también que la figura de la diosa madre Coatlicue estuvo en lo más alto del Templo, al lado de la imagen de Huitzilopochtli. Se representó así el lugar donde ella lo dio a luz.
    
Reorganizó también Tlacaélel la posesión de la tierra, y aconsejó en múltiples ocasiones a los soberanos mexicas. En suma, como político y estadista, guió a la nación mexica en circunstancias a veces extremadamente complejas. Aunque Tlacaélel fue muy reverenciado y temido, no hay indicios de que fuera considerado un tirano. Según los testimonios al alcance, se le consideraba, por encima de todo, valeroso, decidido, inteligente, sagaz y justo.
    
En este contexto cabe preguntarse, ¿fue Tlacaélel un personaje siniestro, un poder detrás del trono, especie de valido que durante largo tiempo mantuvo su fuerza mediante intrigas y otras oscuras maniobras? Los testimonios conocidos nos lo pintan como persona que se fue abriendo camino a partir de su actuación decisiva en la guerra de Azcapotzalco. En ningún momento aparece como falso o traidor. Se le busca por su sagacidad y prudencia. No quiso ser tlahtoani. Su rango de cihuacóatl, consejero y segundo en el poder, le pareció suficiente. Como llegó a expresarlo, en realidad había actuado como soberano, a tal grado que llegó a decir: "¿Qué más rey queréis que sea?"
    
Dos preguntas quiero formular. ¿Qué habría ocurrido si Tlacaélel hubiera vivido al tiempo de la llegada de Hernán Cortés?, ¿y qué, si estuviera pensante y actuante en el México de hoy? Aunque los historiadores no somos visionarios ni profetas, en plan de especular diré algo al respecto. Si hubiera vivido Tlacaélel a la llegada de Cortés, probablemente su parecer habría coincidido con el de Cuitláhuac y no con el de Motecuhzoma Xocoyotzin. En tanto que este último, debatiéndose en la duda, recibió como huésped a Cortés y al final fue hecho prisionero, Tlacaélel y Cuitláhuac habrían superado o al menos contrarrestado la astucia de Cortés. Es verosímil que se habría producido entonces un sutil enfrentamiento. Cabe pensar incluso que el preso habría sido Cortés y no Motecuhzoma. De lo que luego pudo ocurrir, dejo imaginarlo a quienes gusten de los futuribles.
    
Finalmente, si Tlacaélel estuviera vivo hasta hoy y se enterara de lo que ha ocurrido en México, digamos que desde que el país determinó su destino con la Constitución de 1917, seguramente que no se habría cruzado de brazos. En primer lugar, se habría aliado con Plutarco Elías Calles. Le habría aconsejado organizar un sistema político de algún modo parecido al que de hecho dio forma Calles al crear el Partido Nacional Revolucionario. Además, le aconsejaría actuar como lo había hecho él mismo, es decir como consejero y guía supremo, "jefe máximo" de tres presidentes: Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez. Tres mandatarios, como los tres tlahtoanis a los que él encaminó.
    
Y si Tlacaélel estuviera vivo hoy, es muy probable que no se entendiera con Vicente Fox. En caso de que tuviera una entrevista con él, me atrevo a pensar que le aconsejaría dar de baja a varios miembros de su gabinete, para ver si así se encauzaba ya con acierto el país.
    
También aconsejaría a Fox se apartara de su vecino, el psicópata que organiza guerras preventivas y ve terroristas por todas partes. Tlacaélel se esforzaría por lograr que la nación que él había enderezado recobrara su rumbo. Posiblemente haría suyas las palabras del canto que a él y a Axayácatl les dirigieron los mexicas, en ocasión de la única derrota sufrida por ellos: "Todavía vivimos vuestros abuelos, aún es poderoso nuestro lanzadardos; conquistadores y sabios de tiempos antiguos: ¡Volved a vivir!".