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sábado, 30 de julio de 2011

QUETZALCOATL 2012

EL MENSAJE DE QUETZALCOATL PARA 2012

 ¿QUÉ ES EL MUNDO DE LA ANTI-MATERIA?
¿CÓMO INTERACTÚA CON NOSOTROS?
¿CÓMO PODEMOS ASCENDER BIOLÓGICAMENTE?


20-02-2011. El MENSAJE de QUETZALCOALT vino desde el futuro de una Civilización de la Humanidad en el PLANETA VENUS, en un trono para viajar en el tiempo espacio y dio instrucciones a los indios Mayas para escribir y dibujar los Códices MAYAS de cómo manejar la anti-materia y viajar en el tiempo.

Esta es una narración del libro de Edgar Ostrander “Through the Barrier” (A través de la Barrera) que nos da claves para entender el otro lado como una película en negativo de esta. El mundo de los sueños y la imaginación es el mundo de la anti-materia que interactúa con nosotros en todo momento en nuestras vidas-

Son dos códices uno oculta las claves del otro, de momento solo se conoce a medias el primero, cuando se maneje se podrá descifrar el segundo códice. Estos códices tenían un sello psíquico para que nadie supiera lo que allí decían y ahora han encontrado cerca de mil códices en tierras de los MAYAS, ya que no se quemaron con la invasión de los españoles en sus tierras. AHORA ES EL MOMENTO DE DESCIFRARLOS PORQUE DAN INSTRUCCIONES DE CÓMO ASCENDER BIOLOGICAMENTE y usar simple tecnología con nuestra capacidad cerebral para poder viajar en el tiempo-espacio. Describe un mecanismo de AUTO-CONCcienCIA que aparece como el halo alrededor de la cabeza de los santos que es la activación de la glándula pineal desde la glándula del Timo y el corazón. Esto esta inscrito en todos las escuelas de misterios de todas las culturas ancestrales, pero los Mayas nos han dejado instrucciones completas y concretas de cómo activarlo y como utilizarlo.

El códice Tro-Cortesiano esta en Madrid y es el que tiene mas claves e instrucciones interdimensionales. En 1992 la Venerable Dhyani Ywahoo pidió ver el original para que pudiera tocarlo y bajar la información que contenía. Por ser Cheroki y no Maya no la dejaron en el Museo de America. Ella me contó que tenía un sello psíquico. Debe ser que este sello psíquico ya se ha desvanecido y por ello ahora se han encontrado más códices.
ESTE VIDEO ES UN LLAMADO A QUIENES TENGAN LOS OTROS CODICES Y COMIENCEN A INTERPRETARLOS. Ya que hay ya un preámbulo de entendimiento de cómo hacerlo en los libros de Edgar Ostrander, y varios investigadores en USA con Marysol González Sterling comienzan a comprender algunas cosas que nos cuentan estos Códices.

VIDEOS COMPLETOS,
VEA Y JUZGE

 






sábado, 23 de julio de 2011

ESPEJOS TOLTECAS



 SOPORTE DE UN ESPEJO DE PIRITA

UNA ENTRADA AL “OTRO MUNDO”

MIRARSE EN UN ESPEJO ES CONOCERSE, RECONOCERSE, Y ADMIRARSE; sin embargo, para los Antiguos habitantes de Mesoamérica los ESPEJOS eran más que unos simples objetos de uso cotidiano; los concebían como algo mágico con el cual podían, además de adivinar el porvenir, comunicarse con sus ancestros, sus dioses y  con el “otro mundo”.

Dichos INSTRUMENTOS no eran utilizados por toda la población, su CARÁCTER MÍTICO reducía su uso a las GRANDES OFRENDAS colocadas en los MONUMENTOS DE LA CIUDAD, así como por los gobernantes, destacados guerreros y gente de élite, pues proporcionaban estatus.

Por sus cualidades (ADIVINATORIAS, FUENTE DE CONOCIMIENTO y  como PUERTA DE ENTRADA AL OTRO MUNDO), en las CULTURAS  OLMECA, TOLTECA, MAYA Y  TEOTIHUACANA, entre otras,  el ESPEJO, hecho en ese TIEMPO DE PIRITA, ─un  mineral  metálico  de color amarillo y con formas geométricas  cúbicas, octaédricas o dodecaédricas casi perfectas─ se concebía  como un objeto que mostraba más  que un simple reflejo de la realidad.

Lo anterior porque de acuerdo con Grégory Pereira, investigador del grupo “Las formas expresivas en México, Centroamérica y el Suroeste de Estados Unidos: dinámicas de creación y transmisión”, que forma parte de una red internacional de investigación, bajo la tutela del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al MIRARSE EN EL ESPEJO de pirita uno se veía, inevitablemente transformado, fraccionado por las múltiples incrustaciones que lo componían.

El ESPEJO  DE PIRITA era conocido desde la ÉPOCA OLMECA, en ese entonces, estaba hecho de una sola pieza que se caracterizaba por tener una superficie cóncava y era utilizado, probablemente, como parte de las ofrendas.

Sin embargo, su apogeo y distribución en Mesoamérica ─señala el investigador en el artículo LA MATERIA DE LAS VISIONES: consideraciones acerca de los ESPEJOS DE PIRITA PREHISPÁNICOS, publicado en el más reciente número de Diario de Campo, publicación interna de la Coordinación Nacional de Antropología─ corresponde al clásico temprano (150/200-600d.C) y parece estrechamente vinculado con  TEOTIHUACAN.

“Este nuevo material se acompaña con varias innovaciones técnicas. Ya no se trata de elementos tallados en una sola pieza, sino de artefactos conformados por diversos compuestos. Constan de una base circular, a veces cuadrada, realizada a menudo con pizarra o arenisca sobre la cual se aplica un mosaico formado por incrustaciones poligonales de pirita”.

Además de TEOTIHUACAN, la CIUDAD DE LOS DIOSES, los ESPEJOS, fueron utilizados con Gran Interés en el MUNDO MAYA, muestra de ello es la Gran Cantidad de estos Objetos Reportados en el sitio arqueológico de los Altos de Guatemala, la influencia llegó, incluso al norte de Michoacán y el Bajío, hasta las regiones norteñas de Zacatecas.

Durante el Clásico Tardío o Epiclásico (600-900 d.C.) y, pese a la caída de TEOTIHUACAN, los espejos se siguieron utilizando en diversas regiones de Mesoamérica.

Grégory Pereira menciona que para el postclásico temprano, estos artefactos fueron transformados. “Las exploraciones en TULA y CHICHÉN ITZÁ Revelaron la Existencia de ESPEJOS DE GRANDES DIMENSIONES, ahora elaborados en discos de madera y sobre los cuales se colocaron complejos mosaicos, que además de pirita tienen otros materiales como la turquesa, además de metal. En esta época los ESPEJOS están vinculados con el SOL”.

De acuerdo con el autor, la asociación que se da en este periodo, entre el ESPEJO y el SOL,  se debe a las PROPIEDADES FÍSICAS DE LA PIRITA entre las que destaca la capacidad que tiene ese material para producir fuego.

EL ESPEJO, por lo que se puede apreciar, desempeñó otro tipo de funciones de las que actualmente tiene, significó LA PUERTA DE COMUNICACIÓN CON LOS DIOSES O ANCESTROS, y por  lo mismo, fungió como UNA FUENTE DE CONOCIMIENTOS OCULTOS, ORÁCULOS O PRESAGIOS, ya que de él podían emerger, según lo demuestran algunos textos e imágenes, seres procedentes de otros mundos.

sábado, 16 de julio de 2011

ESCUDO DE ACAPULCO, GUERRERO



  
Martha Cabrera Guerrero

En 1951 Ignacio Bernal dio a conocer una ofrenda en LA PICUDA Los Lirios, en Acapulco, Guerrero, en la que sobresale un ESCUDO PREHISPÁNICO DE MADERA, que se encuentra en manos de un coleccionista de la ciudad de México. Gracias al apoyo del Departamento de Registro Arqueológico del INAH pude estudiarlo.

El ESCUDO DE MADERA, dos magníficas máscaras con mosaico –según el Dr. Ignacio Bernal, similares a la máscara que encontró en la Tumba 6 en Coixtlahuaca, Oaxaca–, cascabeles de cobre, conchas y cuentas fueron saqueados por “buscadores de tesoros”. Estos objetos alertaron al Dr. Bernal sobre la importancia del hallazgo, por lo cual decidió investigar su procedencia. La ofrenda se encontraba debajo de La Picuda de los Lirios –enorme roca granítica terminada artificialmente en punta–, en donde se ven varias oquedades formadas por grandes piedras que semejan una cueva. La ofrenda se depositó casi en la superficie, entre bloques de piedra y tierra. Los objetos recobrados en contexto arqueológico por el Dr. Ignacio Bernal son: tres puntas de pedernal, que pudieron haber sido cuchillos de sacrificio; fragmentos de máscaras de madera con restos de mosaico, plaquitas de turquesa y jade; cuentas de concha rosa y otras de piedra; tres conchas Spondylus con perforaciones asociadas a un gran caracol que tiene cuatro perforaciones, que posiblemente formaban un collar; una placa de pirita, una de jade y otra de obsidiana; conchas y plaquitas cuadrangulares de concha rosa, todas ellas posiblemente parte de un mosaico colocado sobre una piedra redonda y plana, que según Bernal parece un TEZCACUITLAPILLI; cascabeles de “cobre”, y restos cerámicos. Bernal señala que la cerámica corresponde al periodo Tardío propuesto por Gordon Ekholm para Tambuco en Acapulco, que abarca del Clásico al Posclásico Temprano.


EL ESCUDO

El escudo es de madera y circular. Mide 38 cm de diámetro y 6 mm de espesor y tiene 15 orificios en la orilla, de los que posiblemente colgaban plumas, y dos en la parte central. En el dorso del escudo se ven dos agarraderas que son parte de la misma pieza de madera, las cuales miden 23 cm de largo y 0.8 cm de altura y están separadas entre sí por 9 cm.

En la PARTE FRONTAL DEL ESCUDO es posible observar las líneas en negro del diseño original, así como las correcciones del artista, especialmente en los círculos. Una vez delineado el diseño se extrajeron secciones de la madera para darle relieve. Las secciones en relieve tienen pintura roja y amarilla, y las que están en bajorrelieve fueron cubiertas con una pasta o resina. Al compararlo con ESCUDOS SIMILARES localizados en otras partes de Mesoamérica, se puede sugerir que el ESCUDO está cubierto por un mosaico; como ya se señaló, en las exploraciones de Bernal se encontraron plaquitas cuadrangulares de conchas rosa, turquesa y jade.

En el ESCUDO se ve un personaje con un DISCO SOLAR, de cuyos pies y manos se desprenden cuchillos y de los brazos, quizá flamas o plumas. En dos lados del DISCO SOLAR aparecen dos formas trapezoidales que –como me ha hecho notar el Dr. Alfredo López Austin–, pueden ser una REPRESENTACIÓN SIMBÓLICA de que el personaje porta un caparazón de tortuga. El personaje, de perfil, tiene un ojo semicerrado, en la boca se señalan sus dientes puntiagudos, en la mejilla se marcó una línea semicircular y sobre la nariz se colocó una banda de pintura negra. Lleva una orejera muy adornada y un peinado que se ha asociado con los GUERREROS.

La parte superior del peinado es al mismo tiempo parte del tocado, representado por la cabeza en perfil de un ave, posiblemente un perico o una guacamaya. El PERSONAJE porta un pectoral con un círculo rojo al centro y un MÁXTLATL trapezoidal del que se desprenden dos secciones semicirculares. Este tipo de MÁXTLATL es similar a los que portan los YAHUIS en los códices. En las orillas del MÁXTLATL hay dos círculos, uno en cada lado. En la parte superior, el brazo derecho puede ser al mismo tiempo el perfil de la cabeza de un ave con plumas o flamas, tal vez una XIUHCÓATL. Asociados al brazo izquierdo hay dos círculos que posiblemente sean un numeral.

El Dr. Bernal sugiere que el MÁXTLATL ES DE ESTILO MIXTECO, la rodela un SÍMBOLO SOLAR, “TONALO”, y que la IMAGEN DEL ESCUDO es similar al personaje ilustrado en la lám. 12 del Códice Nuttall, que porta un caparazón de tortuga. En el sitio de Palma Sola, en Acapulco, hay una roca con la representación en perfil de una tortuga y al centro un disco similar al que porta el del Códice Nuttall. Los personajes identificados como YAHUIS en la ICONOGRAFÍA MIXTECA-POBLANA pueden ser zoomorfos o antropomorfos; portan un caparazón de tortuga y pueden presentar un yelmo de serpiente de fuego y muchas veces cuchillos de sacrificio. Alfonso Caso lo ha bautizado como “EL SACRIFICADOR-TORTUGA-XIUHCÓATL”. Los YAHUIS pueden aparecer asociados a escenas de sacrificio, a figuras que descienden del cielo o introduciéndose en cuevas. Hay también sacerdotes, dignatarios y personajes en trance CHÁMANICO que portan atributos de YAHUI. Para algunos autores, como Manuel Hermann, cuando un personaje esta vestido DE YAHA YAHUI, “parece señalar el nombre o apelativo de una especie de mago o chamán cuya práctica principal es NAHUALÍSTICA”. Las fuentes históricas sobre Acapulco, entre ellas el Tratado… de Ruiz de Alarcón, señalan la existencia de una fuerte TRADICIÓN NAHUALÍSTICA en el área. Además, para el siglo XVI, NAHUALA, “LUGAR DE NAHUALES”, era el nombre de un pueblo, de una laguna y de los llanos que la rodeaban. Desde La Picuda de Los Lirios, de donde posiblemente proviene la ofrenda estudiada, se ven los llanos y la LAGUNA DE NAHUALA, conocida también como Tres Palos.

El estilo de la IMAGEN DEL ESCUDO DE ACAPULCO es similar a la de los códices mixteco-poblanos. Los atributos descritos sugieren que se trata de un PERSONAJE SOLAR, Portando ATRIBUTOS DE YAHUI que se han asociado al sacrificio y a los PODERES SOBRENATURALES.
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• Martha Cabrera Guerrero. Arqueóloga por la ENAH. Candidata a maestra por la Universidad de Sonoma State, California. Premio Alfonso Caso en arqueología en 1989. Premio al Mérito Turístico por los aportes a la arqueología de Acapulco, Guerrero, en 2005.

domingo, 10 de julio de 2011

HALLAN UNAS PINTURAS RUPESTRES DE 5.000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD CERCA DE CHICHÉN ITZÁ




FOTO: Un antropólogo mexicano observa las PAREDES DE LA CUEVA cerca de CHICHÉN ITZÁ, en la Península de Yucatán, donde se han encontrado PINTURAS RUPESTRES con una Antigüedad Estimada de al Menos 5.000 años y anteriores a la Civilización MAYA, según explicó hoy a Efe uno de los expertos. En la Gruta KAB, en KAUA, a unos quince minutos del Famoso Sitio Arqueológico MAYA, los arqueólogos encontraron unas 60 Imágenes de Figuras Antropomorfas, detalló el secretario administrativo de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, Carlos Augusto. EFE/Jacinto Kanek


Antropólogos Mexicanos han Descubierto cerca de CHICHÉN ITZÁ, en la Península de Yucatán, PINTURAS RUPESTRES con una Antigüedad Estimada de al menos 5.000 años y anteriores a la Civilización MAYA, explicó hoy a Efe uno de los expertos. EFE En la Gruta KAB, en KAUA, a unos quince minutos del famoso sitio arqueológico maya, los arqueólogos encontraron unas 60 Imágenes de Figuras Antropomorfas, detalló el secretario administrativo de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, Carlos Augusto.

Entre las PINTURAS RUPESTRES hay algunas de animales como aves o cánidos, e impresiones de manos en positivo y negativo, agregó.

Las Figuras poseen un Estilo Arcaico y están Realizadas con una Técnica MUY ANTIGUA, por lo que los antropólogos las atribuyen a la época pre-MAYA.


CONCRETAMENTE, ESTIMAN QUE LAS IMÁGENES TIENEN ENTRE 5.000 Y 7.000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD. EFE/Jacinto Kanek

Sin embargo, especificó Augusto, se han encontrado también Símbolos MAYAS "Ajau", del Periodo Clásico de esta Civilización, e incluso restos de vasijas del mismo periodo o del post-clásico, ya que la gruta fue ocupada en varias ocasiones a lo largo de la historia.

Además, añadió, se hallaron figuras de cruces que hacen pensar en una posible ocupación en la época de la conquista.

La cueva, conformada por túneles de entre 3 y 5 kilómetros de largo, tiene forma de laberinto y se encuentra a 8 metros de profundidad.

A pesar de que es de difícil acceso y se necesita equipo de espeleología y un guía para entrar, los especialistas han encontrado también grafitis actuales, se lamentó Augusto.

Para el antropólogo esta gruta "demuestra la existencia del pensamiento simbólico en Mesoamérica, cuando los grupos humanos todavía eran cazadores y recolectores", lo que le confiere una "IMPORTANCIA EXTRAORDINARIA".

Augusto criticó asimismo que los arqueólogos de la región releguen el estudio de los restos arqueológicos en cavernas y se limiten a investigar los abundantes restos que hay en la superficie, como el propio CHICHÉN ITZÁ.

 EFE/Jacinto Kanek

La Pirámide de este Yacimiento MAYA, dedicada al dios KUKULKÁN, fue escogida este año como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, está situada a unos 120 kilómetros al este de la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán, y es uno de los principales reclamos turísticos del Caribe Mexicano.

 SOCIEDAD DE ESPELEOLOGÍA,
USANDO UN ANTIGUO ÍCONO MAYA


martes, 5 de julio de 2011

PAQUIMÉ Y LAS CASAS ACANTILADO CHIHUAHUA



VISTA DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE PAQUIMÉ, CHIHUAHUA
HISTORIA

En el norte de México se cuenta con interesantes vestigios de los ANTIGUOS POBLADORES DE LA CULTURA CASAS GRANDES, subregión de la CULTURA MOGOLLÓN, la cual junto con la ANASAZI y la HOHOKAM conforman el área denominada Oasisamérica. La región cultural del norte es conocida en México como GRAN CHICHIMECA, y en Estados Unidos se le llama Suroeste Americano.

Las edificaciones de esta ANCESTRAL CULTURA se encuentran en lo que hoy es el estado de Chihuahua; la espléndida CIUDAD DE PAQUIMÉ era la CABEZA Y CENTRO COMERCIAL DE LA REGIÓN. Los primeros asentamientos de esta Cultura están fechados en 1000 a.C. (desde el Arcaico Tardío); su apogeo se dio entre 1261 y 1300 d.C., y su desaparición ocurrió en 1450 d.C.

La naturaleza agreste de esta zona influyó en el carácter y los rasgos distintivos de sus pobladores; éstos pasaron de ser cazadores-recolectores nómadas a sedentarios con conocimientos agrícolas y de domesticación, cría y explotación de animales. Los factores principales que influyeron para la sobrevivencia de estos grupos fueron: la herencia cultural de los pueblos del Suroeste Americano, la herencia de Mesoamérica y el manejo de los recursos naturales de la región.

Los asentamientos de esta cultura se ubicaban en una gran diversidad de ecosistemas: desde los litorales del océano Pacífico hasta el enorme sistema montañoso de la Sierra Madre Occidental, pasando por mesetas, llanuras y desiertos. En la primera etapa, la llamada “del desierto”, los ANTIGUOS MORADORES plasmaron petrograbados y pinturas rupestres de carácter ceremonial para invocar la caza, de lo cual Samalayuca es el Sitio Más Representativo. A la siguiente etapa, o “de la montaña”, corresponden las casas acantilado, situadas en la parte superior de los cañones. Cuevas y cavidades se convirtieron en abrigos en los que se establecieron moradas; en éstas el reto era, por un lado, que fueran confortables en temperaturas extremas tanto altas como bajas, en ciertas épocas del año o por las noches, y que fueran un resguardo ante los ataques de otros grupos. El mayor desarrollo de esta cultura se dio en Paquimé, gran urbe comercial con edificaciones de tres pisos que dieron nombre a la Cultura Casas Grandes, que además de testimonios de su religiosidad dejó creaciones artísticas de extraordinaria relevancia, como lo ejemplifica su FINA CERÁMICA.

Cronología de la cultura Casas Grandes
30000 a 15000 a.C. Etapa Lítica. En esta época la región estuvo habitada por mamutes, caballos y bisontes.
8000 a.C. Periodo Paleoindio. Petrograbados de Samalayuca y piezas de sílex, como puntas para caza de mamut.
5000 a.C. Periodo Arcaico. Recolección y caza de animales pequeños.
3000 a.C. Sitio Trincheras en el cerro Juanaqueña y vestigios de vida sedentaria.
1000 a.C. Los habitantes de la región pasaron de ser nómadas a sedentarios en sitios en el cerro de Juanaqueña y la Cueva de La Golondrina.
700-1060 d.C. Periodo Viejo. Primeras aldeas agrícolas con pocas casas aisladas y semisubterráneas, conocidas como casas foso, además de una construcción comunal rodeada de una palizada para protegerse de animales. Sistema avanzado de abastecimiento de agua y de riego.

700-900 d.C. Fase Convento. Primeros asentamientos de lo que sería Paquimé.
950-1060 d.C. Fase Perros Bravos. Se inicia la modalidad de las casas acantilado, algunas con graneros, en los sitios de Cueva Grande, Cueva de la Olla, Conjunto Huápoca.
1060-1470 d.C. Periodo Medio. Época de grandes progresos: muros construidos de lodo apisonado con moldes de madera; los pueblos tienen habitaciones rectangulares que forman conjuntos con patios interiores y plazas.
1261-1340 d.C. Fase Paquimé. Apogeo de Paquimé.
1450 d.C. Paquimé es abandonado, saqueado y quemado.
1340-1660 d.C. Periodo Tardío. Se desintegra la cultura Casas Grandes, probablemente por problemas ambientales o por el ataque de grupos nómadas; otros lo atribuyen a causas sociales o a ambos.
1584 Descubrimiento. En busca de minas, llega Francisco Ibarra, el primer español cuya expedición fue narrada por el cronista Baltazar de Obregón.
1660-1821 d.C. Periodo de los españoles.
1663-1686. Se establece la primera misión española de San Antonio de Padua.
1958- 1961 Exploración del sitio. Paquimé es explorado por Charles Di Peso y Eduardo Contreras de la Amerind Foundation de Arizona y del Instituto Nacional de Antropología e Historia, respectivamente.
1989 Museo de sitio. Con él se abren nuevas investigaciones, coordinadas por Beatriz Braniff.

Información práctica
Cuándo ir. Los meses más recomendables son marzo, abril, octubre y noviembre; en los otros se encontrará clima muy extremoso; julio y agosto son de lluvia.
Condiciones de visita. Martes a domingo, de 10:00 a 17:00 hr.
Recomendaciones especiales. Llevar ropa ligera, porque siempre encontrará clima caluroso, y zapatos muy cómodos, pues hay que caminar mucho y descender o ascender por senderos en la montaña. Si se visitan las aguas termales de Huápoca, llevar traje de baño.
Sitios arqueológicos y ciudades recomendables como punto de partida para los itinerarios. Se recomiendan porque cuentan con alojamiento, restaurantes y todos los servicios: Nuevo Casas Grandes, para ir a Paquimé y Valle de las Cuevas (Cueva de la Olla); Madera, para ir a Cuarenta Casas, Conjunto Huápoca, Cueva Grande y Ranchería. Hay excursiones desde Chihuahua y Ciudad Madera para visitar estos sitios y es conveniente llevar alimentos ya que en éstos no hay servicios.
Transportación. Aeroméxico es la aerolínea que viaja a Chihuahua y Ciudad Juárez desde la ciudad de México.

Para leer más…

Arqueología Mexicana, vol. I, núm. 6, febrero-marzo de 1994.
Miniguías del inah de los sitios arqueológicos de Paquimé, La Cueva de la Olla y Las Cuarenta Casas, Chihuahua, 1991.
Di Peso, Charles, et al., Casas Grandes A Fallen Trading Center of the Gran Chichimeca, The Amerind Foundation, Northland Press, Flagstaff, 1974.
Braniff, Beatriz, “Arqueología del Norte de México”, en Los pueblos y señoríos teocráticos, sep/inah, México, 1975.

RECORRIDO PAQUIMÉ, LA GRAN URBE

Duración de la visita: 1 día (recorrido del sitio: 2 horas). Punto de Partida: Nuevo Casas Grandes.(7 km desde Nuevo Casas Grandes; 363 km desde Chihuahua; 262 km desde Ciudad Juárez). Se sale de Chihuahua hacia el noreste por la carretera 45 rumbo a Nuevo Casas Grandes. Desde Ciudad Juárez se toma hacia el sur por la carretera 45 hacia Nuevo Casas Grandes. Ya en esta ciudad, se sale hacia el sureste, por la carretera que va al pueblo de Casas Grandes; aquí se toma una desviación hacia la izquierda y se recorre un kilómetro.

Los tonos ocres y el contrastante juego de luces de los gruesos muros de esta gran urbe, la más importante de la CULTURA CASAS GRANDES, son impresionantes para el visitante. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la unesco en 1997, PAQUIMÉ fue construida en un emplazamiento privilegiado situado a orillas del río Casas Grandes y cerca de la Sierra Madre Occidental. El río era una fuente de vida en medio de estas agrestes y áridas tierras; la sierra proporcionaba los bosques de encino que poblaban sus laderas. Desde los ANTIGUOS MIRADORES DE LA SIERRA DE MOCTEZUMA, a un kilómetro de PAQUIMÉ, se puede observar la grandeza de la ciudad. Los vestigios del primer asentamiento están a sólo unos cuantos kilómetros, en el lugar que hoy se llama El Convento (600-974 a.C.), en donde más tarde los españoles establecieron el convento de San Antonio de Padua. Esta primera aldea estaba formada por viviendas aisladas llamadas casas foso, estructuras semisubterráneas cuyas características recuerdan a los iglús. El conjunto de Paquimé fue fundado posteriormente, a principios del Periodo Medio, y alcanzó su apogeo al final de este periodo. Abarca cerca de 70 ha, de las que sólo han sido exploradas 30. El sitio tiene planta en forma de U y posee estructuras y edificios ceremoniales, habitacionales y comerciales, que lo hicieron la urbe más importante de la región. Al ser descubierto, causó sorpresa encontrar estructuras de hasta tres niveles de altura. (Véanse los artículos de Eduardo Gamboa y Phil C. Weigand en este número.)

Legados en museos
Museo de sitio. Museo de las Culturas del Norte.
Obra del arquitecto Mario Schjetnan, el museo fue reconocido con un premio internacional de arquitectura de paisaje en la Bienal Internacional de Arquitectura de 1989, realizada en Italia. Su rica museografía consta de ilustraciones, modelos y videos, mediante los cuales se explica la historia de la cultura Casas Grandes.
Museo Nacional de Antropología. Sala Norte, ciudad de México.
Museo Regional de Chihuahua (Quinta Gameros).
Casa de la Cultura de Chihuahua.

Importantes intercambios comerciales y culturales
El significado mágico-religioso que las culturas del Norte le dieron a los minerales, a los elementos de la naturaleza y a los animales, hasta convertirlos en decoración o en ostentación de poder, hizo de Paquimé un centro comercial –con una estratégica ubicación, en medio de Oasisamérica y Mesoamérica– cuyos habitantes eran virtuosos orfebres de pendientes, brazaletes, anillos, collares, y que también realizaban una artística decoración en su valiosa cerámica.
• Conchas de la región costera de Sonora.
• Abulón de la costa del Pacífico de Baja California.
• Moluscos aperlados y coral rojo de Sinaloa y Nayarit.
• Turquesa de Nuevo México para joyas y brazaletes.
• Guacamayas escarlatas de bellos plumajes, de las costas
tropicales del Golfo de México.
• Cerámica de Nayarit, Jalisco y Durango. Elementos que evidencian la influencia de Mesoamérica
• El ritual del juego de pelota.
• Cascabeles de cobre.
• Uso de imágenes de dioses como Quetzalcóatl y Ehécatl.

La exquisita cerámica de Paquimé

Por su fina decoración, sus variadas formas y sus múltiples usos, la cerámica de esta zona se exportó en su época de apogeo. Los cajetes, vasos funerarios y ollas tenían siluetas geométricas o formas estilizadas de animales o de hombres, como parte de su singular fantasía.

Aportaciones y rasgos característicos de la notable arquitectura de Paquimé

Puertas en forma de T. Se localizan sobre los anchos muros de adobe; son anchas en la parte superior y más estrechas en la inferior, con la particularidad de tener poca altura, un metro escaso. Según una teoría, la silueta de estas puertas está asociada con la de las “cachinas” prehistóricas (espíritus de los ancestros), representadas en el Suroeste Americano.
Muros. Se construían mediante un sistema de cajones. En moldes de madera se vertía lodo sin material orgánico, que era apisonado por los propios constructores. El exterior se recubría con aplanados de arena, cal y polvo de conchas de ostión, y posteriormente se pintaba con pigmentos minerales azules, verdes y rosas. No hay cimentación propiamente dicha; los muros se desplantaban en ranuras hundidas de 25 cm. Para alcanzar los tres niveles, los muros se construían más anchos, hasta de 1.40 m en los primeros niveles, y de tan sólo 50 cm en los pisos superiores.
Fogones y ventilación. Fueron ideados para regular las condiciones que imponía el clima. La ventilación se daba en la parte superior de las puertas y también había salidas para el humo de uno o varios fogones, los que se instalaban de acuerdo con las dimensiones del recinto y con el uso que se les daba.
Escaleras y rampas. Se construyeron en el interior de las edificaciones por razones de privacidad.
Sistema de ingeniería de agua. Conocido como “sistema de retención de agua”, partía de la Sierra Madre Occidental y llegaba hasta el desierto, pasando por Paquimé. Mediante un sistema de acequias, a través de terrazas y terraplenes, el agua de veneros y ríos –como el ojo de agua Varaleno, las aguas del río Casas Grandes y el arroyo Mimbres, los cuales rodean el asentamiento– se conducía hasta la ciudad. Dentro de ésta el agua se llevaba por canales rectangulares de piedra laja de 30 cm, con los que se surtía las habitaciones; esto se complementaba con un depósito que filtraba el agua usada en baños de temazcal o de vapor. También había un sistema de desagüe.

OTROS SITIOS DE INTERÉS

Tradiciones de los menonitas en El Capulín. Visite este poblado y conozca la tradicional forma de vida de los menonitas, su oficio de agricultores, y pruebe sus famosos quesos.

Gastronomía de los mormones en Dublán y Colonia Juárez. Haga una pausa en el camino y coma en el restaurante Maldemy. La arquitectura de este lugar es de estilo americano, en remembranza de sus inmigrantes.

La elegante Hacienda de San Diego. Edificación del siglo xix que fue propiedad del terrateniente Luis Terrazas. Es una digna representante entre otras 30 haciendas de características parecidas, situadas en este vasto territorio, tradición alfarera de Juan Mata Ortiz. La cerámica de este poblado conserva el estilo de la realizada por los antiguos habitantes de Paquimé. En la actualidad, Juan Quezada es un connotado orfebre con prestigio internacional.

Los petroglifos del Arroyo de los Monos. Se pueden admirar los monumentales petroglifos, con motivos que aluden a la caza y que, en gran número, se encuentran en un pequeño cañón.

RECORRIDO VALLE DE LAS CUEVAS

Se sale de Paquimé y se regresa a Casas Grandes. Después de 50 km, siguiendo el señalamiento hacia el Ejido Zaragoza, se llega a la desviación del sitio (en donde dice Rancho Casa Blanca); se recorren 2 km en camino de brecha.

El nombre de esta región de la Sierra Madre Occidental se debe a que las moradas de sus habitantes se construyeron en cuevas que servían de abrigo y protección. Aquí se han encontrado elementos que hacen suponer una ocupación de las más largas y antiguas, fechada en 5500 a.C. El sitio más antiguo es la Cueva de la Golondrina (a 400 m de la Cueva de la Olla). En un principio estos grupos vivían de la recolección y después se establecieron cerca de los lechos de los ríos, hasta convertirse en pueblos sedentarios; por sus características corresponden a la cultura Casas Grandes. Los materiales arqueológicos encontrados muestran la relación que estos pueblos guardaban con el grupo mimbres del Suroeste Americano.

CUEVA DE LA OLLA

Este sitio, uno de los más importante de la región, data de 950 a 1060 d.C. Su nombre proviene de un enorme silo o granero, del cual hay varios ejemplos en la zona. Estos graneros, que recuerdan a los cuexcomates encontrados en el altiplano –por ejemplo el de Cacaxtla en Tlaxcala–, son testimonio de una centralización del almacenamiento de los productos agrícolas y recolectados, así como de la distribución al interior del grupo. Los trabajos arqueológicos han arrojado información acerca de los asentamientos, los cuales estaban ligados a la agricultura y al sistema de retención de suelos y agua. La importancia del granero de Cueva de la Olla se refleja no sólo en sus dimensiones (2.5 m de diámetro y 3.55 de altura), sino también en su posición dentro del conjunto como el principal bien comunitario. Esta estructura con forma de hongo fue elaborada con paja seca, que se enrolló de manera circular para darle forma. Ahí se almacenaron semillas de amaranto, epazote, sotol, guaje y otras, en provisiones calculadas para 170 días. Estaba cubierta con un enlucido rojo y negro con diseños que invocaban la protección de la alimentación y la subsistencia de sus aproximadamente 30 moradores, lo que le confería un carácter ceremonial. El granero tiene en su parte superior una abertura semicircular de 80 cm, que se cree que se tapaba con palmas y carrizo; en sus paredes hay orificios para sacar y meter granos, así como para su ventilación. El tipo de semillas nos habla de una actividad agrícola del grupo que habitó la zona. Adosados a las paredes de la cueva se encuentran siete cuartos de barro dispuestos en escuadra. Las puertas en forma de T, como las de Paquimé, están semiderruidas, aunque es posible recrear algunas en su totalidad. La cueva tuvo un uso habitacional y destaca un pequeño cuarto que se encuentra dentro de otro, donde, se dice, se recluía el sacerdote.

RECORRIDO CASAS ACANTILADO DE LA CULTURA CASAS GRANDES

Punto de partida: Madera. En este apacible poblado encontrará alojamiento de todas las categorías y los servicios necesarios para su visita. Además, hay excursiones desde el Hotel Real del Bosque (tel. 157-20538) –que salen a las 9 am– hacia Cuarenta Casas, Cueva Grande o al Conjunto Huápoca (conocido en la región como Conjunto Mogollón). Se puede disfrutar un boxlunch o una discada, un asado de carne picada con cebolla y verduras.

En medio de la impresionante escenografía que forman las laderas y acantilados de la Sierra Madre Occidental, los forjadores de la cultura Casas Grandes eligieron abrigos intermontanos para edificar sus casas. Hoy en día, distinguirlas requiere de un esfuerzo porque el material con el que están hechas, el adobe, es propio de la montaña, como si sus habitantes hubieran querido mimetizarse y perderse ante los ojos de otros grupos que merodeaban por la región. En el interior de sus habitaciones los moradores podían ser vigías y, al mismo tiempo, cobijarse con la naturaleza misma, con lo cual se lograba una atmósfera muy especial. 

CONJUNTO HUÁPOCA

Duración de la visita: medio día. Punto de Partida: Se sale de Madera siguiendo los señalamientos hacia el Conjunto Huápoca, que está a 30 km.

Está formado por tres cuevas en medio de un emplazamiento de gran espectacularidad. La primera en visitarse es la Cueva de la Serpiente, a la cual se llega después de descender 15 minutos hasta una gran oquedad; las habitaciones se encuentran a lo largo y en lo alto; en un extremo está el recinto que mejor se conserva. Para ir al Nido del Águila, el cual puede observarse desde esta cueva, hay que ascender y volver a descender en otro extremo del cañón.

CUEVA GRANDE

Duración de la visita: 8 horas. Punto de partida: Madera. Se toma la carretera hacia el balneario de Huápoca y la cueva esta a 45 km.

Situado en medio de un bellísimo paisaje, con una vegetación pródiga en encinos, maples canadienses y álamos, el sitio arqueológico de Cueva Grande es llamado así por la grandiosa caverna que aloja ocho recintos, con dos niveles y cuyos rasgos arquitectónicos son similares a los de Paquimé. Otro atractivo del lugar es que en tiempo de lluvia se forma una cascada que cae dentro de la cueva, con una musicalidad que hace diferente la atmósfera. 

Para continuar el paseo se puede descender al fondo del cañón hasta llegar a las aguas termales de Huápoca, disfrutarlas, comer y regresar a Madera, o acampar y gozar de una bellísima noche estrellada y regresar al día siguiente. 

Aguas termales de Huápoca. Podrá encontrar remansos naturales, cuyas aguas, a 25o C de temperatura, son muy relajantes, además de albercas, toboganes y un singular puente colgante.

CUARENTA CASAS

Duración de la visita: 5 horas. Punto de partida: Madera. Se sale de Madera hacia el noroeste rumbo a Mesa del Huracán y a los 41 km, tomando como referencia el poblado de El Vallecito, se llega a Cuarenta Casas. Su nombre alude a los abundantes vestigios (sin un número preciso) de viviendas ubicadas en cuevas, en cuya construcción se aprovechó la ladera propia de la Sierra Madre Occidental, complementada con gruesos muros de barro. La región estuvo ocupada entre 1205 y 1260 d.C., fechas que coinciden con la época de apogeo de Paquimé. Por su ubicación, estos asentamientos pudieron ser guarniciones en las rutas comerciales entre Paquimé y la costa del océano Pacífico y el Golfo de California hasta 1450 d.C,. año en que cayó Paquimé, y entonces se convirtieron en refugios.

Cueva de las Ventanas. Indiscutiblemente, éste es el sitio más notable y completo de la zona de Cuarenta Casas y el único que ha sido restaurado. Posee 15 recintos, entre los que destaca el 2; éste tiene una torre de vigilancia, un gran número de ventanillas y ahí se encontró un urinario. El recinto 3 refleja la vida comunal; posee una banqueta labrada en roca madre, lo que evoca a las kivas; es interesante que se conserve parte del techo de vigas de pino. En el recinto 7 se encontraron flechas talladas; en el 11, pintura mural con figuras zoomorfas estilizadas; y en el 10 y el 14, fogones integrados a la arquitectura.

OTROS SITIOS DE INTERÉS

Río Sirupa y sus manantiales. (Visita: 1 día.) En la profundidad del cañón Sirupa, el caudal del río del mismo nombre ofrece lo mismo acción que descanso. Realice una excursión relajante; sumérjase en manantiales naturales, pozas de agua con 25o de temperatura, y disfrute de una pequeña cascada. Todo esto puede ser el final de una excitante travesía después de descender el río en una embarcación y llegar a este remanso natural. 

Al principio de la travesía visite el sitio conocido como La Ranchería; es recomendable, a la mitad del recorrido, hacer una pausa y visitar el sitio arqueológico de Cueva del Apache, y luego continuar con la aventura. Informes para excursiones: Chihuahua Expeditions, tel. 01-1-411-1590.

Presa Peñita. (Visita: medio día.) Además de admirar la naturaleza, se puede acampar en esta laguna artificial rodeada de bosques o pasar unos días en una rústica cabaña para convivir con la naturaleza o pescar; en invierno podrá admirar los miles de gansos que emigran por esta época.

Tesoros coloniales. Cerca de Madera se pueden visitar la exhacienda de Nahuerachi –perteneciente al siglo xvii y que a pesar de su deterioro conserva elementos de este tipo de edificaciones– y la misión de Tres Ojitos.

RECORRIDO PETROGRABADOS DE SAMALAYUCA

Duración de la visita: medio día. Punto de partida: Ciudad Juárez. Se sale por la carretera 45, rumbo a Chihuahua. Después de recorrer 30 km se llega a Samalayuca; se toma hacia la derecha y se atraviesa el poblado. A lo largo de la ladera de la sierra del mismo nombre se ven letreros que indican dónde se encuentran los petrograbados. El recorrido se hace en auto.

Dentro del magnífico escenario de las dunas del DESIERTO DE SAMALAYUCA, en las laderas de las serranías que lo circundan, en las riberas del río Bravo, se encuentran petrograbados con figuras de animales propios de la zona. Se tienen evidencias de que esta región fue poblada por el hombre desde hace 8 000 años; además, se han encontrado puntas de lanza y artefactos del periodo Arcaico de hace 5, 000 años.