La palabra “Pátzcuaro” tiene diversos significados. Según diferentes estudiosos, las raíces del Nombre de esta Ciudad podrían ser, “Pashcuaro”, que significa “en donde tiñen de negro”; “Petatzecuaro” que se traduce como “lugar de cimientos”, también llamados “Petatzecua”, que a su vez quiere decir “piedra u origen del hombre”, sitios propios para asiento de “Cúes” o templos –que hacen alusión a ruinas pertenecientes a otra Antigua y Desconocida Civilización que a su vez fueron encontradas por los Fundadores Prehispánicos de la Ciudad; “Petatzimícuaro” que quiere decir “lugar de espadañas”. Hay quien afirma que “Pátzcuaro” significa “lugar de alegría”. Sin embargo, tal vez el punto de vista Mitológico es desde el cual se podría reconocer el verdadero significado del nombre la Ciudad, puesto que la Relación de Michoacán especifica que el nombre de Pátzcuaro era Tzacapu-Arocutin-Pátzcuaro, que quiere decir “donde esta la entrada al paraíso”, es decir, a donde iban los muertos, a donde se vive y se goza, considerando el lago de Pátzcuaro como la puerta a tal Sitio.
Pátzcuaro se ubica en lo que alguna vez fue el Reino Independiente de Michoacán, cuya capital fue Naranxan antes de siglo XIII y más tarde Tzintzuntzan, que significa “lugar de colibríes”. Esta ciudad fue repoblada por el ilustre señor don Vasco de Quiroga en el año de 1540, misma que cuenta con escudo de armas y pabellón propios de colores azul y blanco otorgados por el rey Carlos V en 1553. Si usted pronuncia la palabra “Tzintzuntzan” podrá adivinar a que hace referencia. Muchos colibríes pueden ser vistos en el área, especialmente temprano por la mañana.
El único indicio que existe para tener una idea acerca de la fundación de Pátzcuaro, se encuentra en la citada Relación de Michoacán rendida al Virrey don Antonio de Mendoza. En ella se sostiene que los caciques Chichimecas Páracume y Vápeani, los segundos hijos de Curátame, nietos del primer Vápeane, bisnietos del primer Páracume y tataranietos de Sicuracha, encontraron asiento para su tribu “en el barrio de Pázquaro llamado Tarimichundiro”. Aquí iniciaron la construcción de sus Templos o Cúes en un lugar donde había cuatro rocas juntas, eligieron dicho lugar porque el NÚMERO CUATRO ERA SAGRADO para ellos, representando los cuatro puntos cardinales y las cuatro estrellas de la constelación “CRUZ DEL SUR”, a la que veneraban. Esta tribu, tiene su comienzo histórico en Hiréti-Ticáteme, cacique de Zacapu, lugar del cual emigraron.
En ese códice aparece el águila bicéfala
Arquidioniso, aquí tienes (teneis) los Códices con su comentario. Me llama la atención lo pulcros que son, todo lo contrario de la confusión mental atribuida tradicionalmente a los “brujos"
Las otras son de un pequeño Códice de Encantamientos y Curación de la Cultura OTOMI, del Centro Sur del país. Está escrito sobre papel amate y contiene las formulas de los encantamientos y curaciones que hacen los chamanes. La tarjeta que se ve sobre el Códice es para el conjuro de los encantos y se quema en el Ritual de Curación. Estas piezas son del siglo XX.
El Códice en cuestión es una tira de papel amate de cerca de seis metros de longitud, plegada en tramos de quince centímetros. Las figuras están recortadas sobre papel amate oscuro.
Representa un Ritual de Curación o Sanación por medio de encantamientos y plegarias que se hacen para invocar a diversos personajes como: El señor judío; El pajarito del monte; El señor del infierno; El pajarito de estrellas...etc.
Este Códice lo conseguí en las montañas de la sierra cercana a Puebla, en el centro del país, por medio de un trueque con el chaman, al ofrecerle una navaja suiza. Sonriente accedió.
Luego mostraré otros de mayor colorido y que son Relatos de Caminantes o "TIRAS DE PEREGRINACIONES" de los Purepechas, pintadas sobre tela de algodón, que obtuve cuando asistí a la restauración de una pequeña capilla que tiene el único retablo barroco en Patzcuaro. Mi función, además de intruso oficial fue documentar el desmontaje de algunas piezas del retablo y su posterior armado.
Las piezas de lienzo estaban en la casa del maestro de capilla, un músico indígena llamado Mauro, quién me alojó durante unos días el trueque esta vez fue, por una bolsa de dormir.
En el proceso de autentificación, las pruebas que le aplicaron dieron la data del siglo XVII. Algunas piezas sueltas, las he prestado a diversas colecciones. Son mapas de la época de la conquista española, trazados por mano indígena y una pieza muy rara de escritura musical.
Las Águilas Bicéfalas abundan por acá servían el pasado fin de semana comencé una pesquisa para ver cuantas encuentro en la ciudad de Guadalajara y para mi sorpresa lo que he encontrado son dragones y "hombres verdes" en abundancia. Curiosa Migración de personajes medievales a una ciudad que se fundó en 1542.
Algunos comentarios. En primer lugar, comentar que las Imágenes representan a Espíritus y deidades de la Étnia OTOMÍ cuya presencia se encuentra aparentemente generalizada en toda el área cultural que estos ocupan. Existe incluso una Imagen que puedo si es que a alguien le interesa, donde aparece la Virgen de Guadalupe enmarcada por todas estas deidades, incluida el Águila Bicéfala. Curiosamente, parece que ésta última ya formaba parte del imaginario indígena antes de la Conquista Española, pues aparece representada en Códices Prehispánicos como el Zouche Nutall, y siendo éste un códice mixteco era natural que los mismos formaran una leyenda para explicar el porque éste símbolo se encuentra tanto en su tradición como en la Europea. Y así, de acuerdo a un relato que aparece en el libro "Acercamiento a la Filosofía y ética del Mundo Mixteco" http://sic.conaculta.gob.mx/ficha.php?table=publicacion_dgcpi&table_id=194&estado_id=20&municipio_id=405&l= se dice que en una ocasión un cazador de la Mixteca vio volando una familia de águilas bicéfalas y cazó a una de ellas, entregándola a un sacerdote que después la llevaría al obispo quien una vez disecada la haría llegar a España, donde pasaría a formar parte del Escudo Imperial.
Más allá de la autenticidad de la leyenda, ésta es importante pues revela un intento de los indígenas y/o los españoles por explicarse la existencia de dicho simbolismo en ambas culturas. Por otra parte arquidioniso, estoy empezando a creer que te subestimé en un principio, pues yo se muy bien lo difícil que es acercarse a los chamanes y sabios tradicionales de los indígenas para conocer sus secretos y tradiciones; yo he pensado incluso que para lograrlo se necesita una especie de don o talento especial, pues no es fácil. Yo he conseguido hacerlo, y a algunas personas les sorprende el éxito que he alcanzado, pero veo que tú también lo has hecho y quizá incluso mejor que yo... por ejemplo hace un año conocí a don Abundio Ramírez, uno de los últimos ministros Zapotecas del dios del Rayo, pero hasta la fecha no he conseguido que me muestre el Original del Calendario que usaba su padre para la Adivinación, un TONALPOHUALLI ZAPOTECO del que solo he podido ver una copia hecha a mano. Quisiera saber si la comunidad o el individuo que te lo dio ya no lo utilizaban en el momento de dártelo, o si acaso se quedaron con otros, porque el hecho de que te lo hayan dado me hace pensar que había caído en desuso, y quisiera aclarar ese punto.