EXPLICAN USO DEL CALENDARIO
PREHISPÁNICO DE 260 DÍAS
*** En el Museo Nacional de Antropología, los
sábados de julio se estudiarán LOS CÓDICES DEL GRUPO BORGIA, cuyo contenido
refiere al uso de dicho SISTEMA DE CUENTA DEL TIEMPO
*** A partir de ESE
CALENDARIO, LOS PUEBLOS ESTABLECÍAN LOS CICLOS DE LA NATURALEZA,
INTERPRETABAN SUEÑOS, PROGRAMABAN GUERRAS Y FIESTAS, Y HASTA SABÍAN LA COMPATIBILIDAD DE
UNA PAREJA
CONSIDERADOS DOCUMENTOS RELIGIOSOS Y ADIVINATORIOS, mediante los cuales los antiguos habitantes de Mesoamérica
realizaban la cuenta del tiempo, el conjunto de CÓDICES DEL GRUPO BORGIA será analizado todos los sábados de julio
en el Museo Nacional de Antropología, a través de un curso que ayudará a entender el CALENDARIO DE 260 DÍAS que se usó
en la época prehispánica, al que alude esta serie de pictografías.
La actividad
sabatina, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH-Conaculta), revisará los documentos pictográficos de este corpus, entre
los que se hallan los códices Borgia, Cospi, Fejérvary-Mayer, Laud y Vaticano B,
que datan de la época prehispánica y cuyo contenido marca la cuenta y nombre de
los días.
El curso “permitirá
comprender el calendario mesoamericano de 260 días, un sistema muy complejo que
a las sociedades mesoamericanas les permitía conocer los ciclos de la
naturaleza, las hazañas de los antepasados, los nombres secretos de los dioses,
interpretar los sueños, programar las guerras, realizar curaciones, organizar
las fiestas, predecir el futuro y hasta conocer la compatibilidad de una pareja
para el matrimonio”, informó Ana Díaz, doctora en Historia del Arte
por la
Universidad Nacional Autónoma de México, quien impartirá la
actividad.
Estos códices,
añadió, son documentos pictográficos que narran EL ORIGEN DEL COSMOS y recrean “la más fabulosa historia protagonizada
por dioses, hombres y todo tipo de criaturas”. Además, cada fecha
en particular estaba influida por deidades, tales como “LOS NUEVE SEÑORES DE LA
NOCHE, LOS TRECE SEÑORES DEL DÍA O AVE DE LAS TRECE
VOLÁTILES, TODAS ESTAS FUERZAS INTERACTUABAN PARA CADA FECHA”.
La historiadora
explicó que EL CALENDARIO PREHISPÁNICO
DE 260 DÍAS: TONALPOHUALLI; está dividido en 20 trecenas, es decir, 20
semanas de 13 días, y puede ser considerado como “UNA FOTOGRAFÍA DEL MUNDO, LA FILOSOFÍA Y EL
PENSAMIENTO anterior a la conquista española”.
Además, abundó,
dicho calendario asignaba una fecha, que se obtenía combinando 20 signos de los
días (asociados cada uno a una deidad específica) y un numeral del 1 al 13 —
representado por puntos—, de tal suerte que durante todo el año ritual no se
repetía una fecha. Además, ESTE SISTEMA
RELACIONABA LAS FECHAS CON LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES Y LAS FASES LUNARES.
Ana Díaz refirió
que los CÓDICES DEL GRUPO BORGIA contienen
escenas pictográficas, que incluyen series de deidades y criaturas míticas que
interactúan en espacios fantásticos. También muestran rituales asociados con
fechas específicas, como sacrificios y ofrendas; secuencias únicas en su género
que muestran la creación del mundo, el nacimiento de los días, bailes, juegos
de pelota y escenas mánticas o de adivinación.
“El curso
sabatino es una introducción a UN
SISTEMA MUY COMPLEJO DE CONCEBIR Y MEDIR EL TIEMPO, completamente diferente
al del mundo occidental. LAS
HERRAMIENTAS PARA MEDIR EL TIEMPO, COMO LOS CALENDARIOS, SERVÍAN A LA CLASE GOBERNANTE
PARA EJERCER EL PODER, eran una parte del control, pero no debemos olvidar
que toda la población también participaba activamente en LA
CONSTRUCCIÓN DEL
TIEMPO, UN TIEMPO COTIDIANO QUE TENÍA QUE VER CON LAS ESTACIONES Y LOS CICLOS
VITALES”.
EL TONALPOHUALLI: “CUENTA DE LOS DÍAS”, PARA LOS MEXICAS,
fue un CALENDARIO MÍTICO O RELIGIOSO
y, por lo mismo, “fue duramente atacado por los evangelizadores católicos que
vinieron después de la
Conquista, porque consideraban que eran cosas del diablo.
Todas las deidades estaban relacionados con los días, a partir de ello, los
sacerdotes mesoamericanos hacían predicciones, parecidas a los horóscopos, que
asignaban días propicios y días nefastos”, indicó la
historiadora.
Para los
habitantes del mundo occidental, abundó, “nos es un poco difícil CONCEBIR UN CALENDARIO QUE TE PERMITE
PREDECIR EL FUTURO O DESCIFRAR SUEÑOS, así como las fechas compatibles para
dar el nombre a un recién nacido o contraer matrimonio”.
Respecto de la
importancia de estudiar este grupo de códices, Ana Díaz señaló que a pesar de
sus diferencias en estilo pictórico y formas de lectura, tienen algo en común: EL
CALENDARIO DE 260 DÍAS, lo que nos permite afirmar que era usual en
Mesoamérica.
“ESTE
CALENDARIO SAGRADO convivía simultáneamente con otro de 365 días, y la
interrelación de ambos FORMABA CICLOS DE 52 AÑOS, llamados por los nahuas como FUEGO
NUEVO, algo que sucedía cuando LOS DOS CALENDARIOS, EL RITUAL Y EL CIVIL,
COINCIDÍAN EN SU FECHA DE INICIO.
LOS CÓDICES PREHISPÁNICOS DEL GRUPO BORGIA —nombre con el cual se les conoce desde el siglo XIX en honor al
códice que perteneció al cardenal italiano Stefano Borgia, hasta su adquisición
por la Biblioteca
Vaticana— son “un repertorio que permite acercarnos al
pensamiento de los usuarios de estos singulares objetos y conocer nuevas
maneras de expresión y otras formas de conocimiento”.
El taller “La
cuenta del tiempo en los Códices del Grupo Borgia” comenzará este
sábado 7 de abril, con LA INTRODUCCIÓN AL CONOCIMIENTO DE LOS CALENDARIOS DEL CENTRO
DE MÉXICO Y CÓDICES DEL GRUPO BORGIA, así como al estudio del Códice Cospi.
Proseguirá, en la segunda sesión, con los códices Fejérvary-Mayer y Laud;
las dos últimas sesiones se enfocarán a los códices Borgia y Vaticano B, primera
y segunda partes.