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viernes, 14 de diciembre de 2012

LOS ESPÍRITUS DE LA MONTAÑA



A LO LARGO DEL CAMINO DE
LOS ESPÍRITUS DE LA MONTAÑA DE COREA

NUEVA YORK – La cuchara-tenedor de titanio fue un regalo de Navidad de mi hermano Gregory, una opción que pareció fortuita en ese momento. Yo no tenía uso para un cubierto de doble uso de peso ultraligero. Pero nueve meses después, a casi 11,265 kilómetros de mi casa en la Ciudad de Nueva York y casi catatónica por el cansancio, me sentí agradecida por su falta de peso. Gregory; mi esposo, Joe; y yo habíamos estado caminando por 12 horas mientras cargábamos una mochila de 14 kilos por una empinada y resbalosa roca en medio de una densa niebla. Después de que cayó la noche, mientras nuestras lámparas perdían intensidad, detectamos puntos de luz debajo de nosotros en la oscuridad y escuchamos el espeluznante ulular de un generador de viento. Bajamos a trompicones hasta el refugio Satgat-jae, una cabaña básica para excursionistas ubicada por encima de los 1,280 metros en el Parque Nacional Deogyusan de Corea del Sur. Desempaqué mi cuchara-tenedor.

Fue Gregory, que ahora vive en Corea del Sur y se entusiasma con el celo del recién expatriado, quien había sugerido que recorriéramos una parte del sendero Baekdu-Daegan. Éste es un sistema montañés que corre a todo lo largo de las dos Coreas, unos 1,400 kilómetros. En los mapas, parece como la columna vertebral topográfica de la Península de Corea, pero pronto me di cuenta de que también era la sico-espiritual. La idea se me ocurrió primero cuando Gregory nos dijo que su novia coreana urbanita dijo que la comprendería mejor si él recorría el Baekdu-Daegan. Y cuando Joe y yo pagamos en nuestro ultramoderno hotel en el centro de Seúl, la recepcionista aplaudió cuando le dije que estábamos a punto de hacer.

Corea del Sur quizá esté entre los países más conectados y más densamente poblados del mundo, pero su primera religión hace muchos siglos – antes de la llegada del cristianismo, el confucianismo y el budismo – se basaba en la adoración de los espíritus de la montaña. La versión coreana del feng shui, conocido como pungsu-jiri, sostiene que la energía de la nación fluye hacia el sur a lo largo de la cordillera Baekdu-Daegan y hacia afuera a lo largo de sus ramales. Para el momento en que iniciamos nuestro viaje, yo había desarrollado la teoría de que las montañas son para los coreanos lo que el Viejo Oeste es para los estadounidenses: Aun cuando un neoyorquino, digamos, nunca haya puesto un pie en un rancho, le gusta pensar que tiene un poco de vaquero en el alma. Es parte del inconsciente colectivo.

Desde los años 80, conforme la libertad y la riqueza se han extendido en Corea del Sur, también lo ha hecho la popularidad del montañismo. Conforme ha sucedido, la parte sudcoreana del Baekdu-Daegan se ha vuelto transitable a lo alrgo de casi toda su cordillera de 735 kilómetros, con senderos creados y mantenidos por el Servicio Forestal de Corea, parte del Ministerio de Agricultura y Silvicultura. Los guerreros de fin de semana lo enfrentan por tramos, y los más resistentes intentan todo el tramo como una excursión épica de dos meses.

En la primavera, Gregoru me había enviado por correo electrónico la única guía en inglés del sendero. La cuchara-tenedor había sido una insinuación sutil, pero tomé la guía como una invitación directa y empece a hacer planes para un viaje en septiembre. Mi hermano había vivido en Corea del Sur durante varios años pero, siempre demasiado ocupada o alejada en mis propios viajes por el mundo, nunca lo había visitado. Ahora él estaba regresando ahí a los 37 años, enamorado de Corea, el idioma coreano y una mujer coreana. Quería comprender mejor su decisión, la cual parecía ser una apuesta audaz a su felicidad personal o una alocada. Y yo quería conocer el lugar que podría ser su hogar permanente.

Gregory es más joven que yo, pero se convirtió en nuestro líder, particularmente después de que dejamos la capital y entramos en el campo, donde no vimos a ningún otro extranjero y no escuchamos virtualmente nada de inglés, así que dependíamos de su habilidad con el coreano.


 Mientras empezábamos cojeando nuestra segunda mañana, decidimos reconsiderar nuestro itinerario. En vez de apegarnos religiosamente al sendero durante seis días, tomaríamos y retomaríamos nuestro camino, deteniéndonos en aldeas y templos a lo largo del trayecto. Las cosas mejoraron de inmediato. Por un lado, salió el sol. Por otro, íbamos colina abajo. Pronto estábamos siguiendo una corriente, interrumpida por cascadas y estanques a través de un bosque de hoja caduca de maples, avellanos y abedules. Nos detuvimos a conversar con un par de excursionistas coreanos que iban camino arriba. Escuché a Gregory explicar nuestra presencia tantas veces en el curso de este viaje que empecé a entender las palabras para hermana y cuñado.

“La gente te ve diferente cuando viajas con la familia”, me dijo después de otro encuentro con excursionistas. “No eres un soltero sospechoso”.

Dos noches después encontramos nuestro camino hacia otro refugio del parque, éste apenas debajo del Hyangkeok-bong de 1,610 metros. Al atardecer trepamos al pico y tuvimos la vista de 360 grados para nosotros solos. Al este y al oeste, las cordilleras montañesas en tonalidades grises, azules y negras, cada una recortada contra la siguiente, se extendían como las olas en un océano.

Después del anochecer, en una mesa de picnic afuera de nuestro refugio, encontramos a los dos excursionistas mejor equipados que yo haya conocido. Kwang Sub Shin y Jin Koo Suk, que trabajan para un banco en Seúl, recorren secciones del Baekdu-Daegan los fines de semana. Cada uno tenía una lámpara atada a la frente. Brotaba música de un teléfono, que estaba conectado a una batería solar. Había botellas de vino de arroz helado dispersas alrededor de la mesa. Suk cortó trozos de una papa dulce y las añadió a una burbujeante olla de caldo de pescado. De una segunda estufa de campamento sirvió pato asado caliente. Hicieron que nos avergonzáramos del arroz instantáneo y el curry con que habíamos subsistido.

Afortunadamente teníamos dos artículos que añadir al festín. Ambos habían sido polémicos cuando nos pusimos en camino (entre menos peso mejor): duraznos enlatados y cajas de soju, la bebida nacional. La temperatura descendió conforme caía la noche, pero el vapor y los aromas de la mersa nos mantuvieron calientes. Con Gregory como traductor, les pregunté a nuestros nuevos amigos si pensaban que mi metáfora del vaquero tenía sentido. ¿Los coreanos tienen un poco de montañeses en su alma? Sin me miró desde debajo de su lámpara en la frente y respondió con un sencillo pero enfático “sí”.

Después de recorrer otro tramo del Baekdu-Daegan, descendimos pronunciadamente del parque nacional y tomamos un autobús a través de campos de ajo, pimientos, calabacines y gingseng. Teníamos una escala más que hacer antes de terminar nuestra peregrinación, en Haeinsa, un templo budista ubicado en las faldas del Monte Gaya. En la soleada tarde dominical en que llegamos, multitudes de urbanitas estaban dando la corta caminata entre el estacionamiento y el templo con todo el atuendo – camisetas elásticas, botas de excursión y súper pantalones negros – como si su equipo fuera un tipo de vestimenta religiosa moderna.

Ciertos templos, incluido Haeinsa, permiten a los visitantes pasar la noche, pero se tienen que seguir sus reglas. Gregory y Joe fueron enviados a compartir una habitación espartana, mientras que a mí me dieron una propia. Comimos en silencio en el comedor de los monjes. Justo antes de la puesta del sol nos reunimos en el patio central, donde, de pie bajo los aleros tallados y pintados de un pabellón, un joven monje de túnicas gris y roja golpeaba un tambor más alto que él, mientras el sonido profundo se hacía eco en las montañas. Los budas brillaban como soles. Nos quitamos los zapatos y nos sentamos al lado de una enorme ventana abierta a la noche. Los cánticos se elevaban y descendían a nuestro alrededor.

Yo no entendí las palabras. Pero comprendí un poco más por qué Gregory quería estar ahí. Él había aprendido lo suficiente para saber que podía pasar mucho tiempo aprendiendo más.

viernes, 23 de noviembre de 2012

¿EN QUÉ ROCAS Y FÓSILES SE CONVERTIRÁ LA HUMANIDAD?





EL IMPACTO DE LA HUMANIDAD EN EL PLANETA ES TAN GRANDE que algunos proponen una nueva definición geológica: el Antropoceno. Consideran que la vida del hombre tiene los mismos efectos que marcaron el fin de los dinosaurios.

Desde nuestras ciudades y nuestras granjas hasta nuestra basura, los humanos hemos estampado firmemente nuestra marca sobre el planeta.

Muchos científicos comparten la idea de que EL IMPACTO DE LA HUMANIDAD SOBRE EL PLANETA ES TAN GRANDE Y VARIADO que ha creado un nuevo período geológico en la historia terrestre: el Antropoceno, la época humana.

El geólogo de la Universidad de Leicester, Jan Zalasiewicz, forma parte de un grupo de estudio que busca determinar si es apropiado formalizar el Antropoceno como una época en los estudios de ciencias de la tierra.

Para que se convierta en un período como la era Mezozoica, el Jurásico o el Pleistoceno, los geólogos necesitan convencerse de que estamos dejando una secuencia suficientemente distintiva de rocas y fósiles en los sedimentos que quedan en el mar, lagos y plantas.

Millones de años en el futuro, esos sedimentos se habrán compactado en rocas.

¿Qué encontrarán los científicos en ese futuro lejano? ¿Qué evidencia les llevará a concluir que el Antropoceno fue una era diferente a las épocas precedente conocida como el Holoceno (los últimos 12.000 años de relativa estabilidad climática?

HUMANIDAD, FUERZA GEOLÓGICA

Por un lado están las rocas y los fósiles que se formarán a medida que se desarrolla el Antropoceno en los próximos millones de años.

Pero también se habla de lo que los científicos llaman la capa fronteriza del Antropoceno: una pequeña franja de los últimos dos siglos (y seguramente los próximo cien años).

Allí estará LA EVIDENCIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO: los eventos de transición que lanzaron al planeta hacia esta 'historia geológica' diferente.

Paul Olsen del Observatorio Lamont-Doherty de Nueva York, estudia la frontera entre los períodos Jurásico y Triásico que se formó 200 millones de años atrás, cuando los grandes dinosaurios se convirtieron en las criaturas dominantes del planeta.

Olsen muestra LAS CAPAS ENTRE AMBAS ERAS: una delgada porción de arcilla blanca encima de la cual hay una aún más delgada banda de carbón. Debajo de la arcilla blanca, las rocas más viejas abundan en fósiles vegetales.

Pero encima de la arcilla blanca solo hay unas pocas esporas fosilizadas de helechos, algo que se consideran 'datos del desastre', porque se trata de las primeras plantas que aparecen para recolonizar paisajes devastados.

Allí Olsen señala la evidencia de LA EXTINSIÓN MASIVA QUE SUCEDIÓ ENTRE 10 Y 100 MILLONES DE AÑOS.

La hipótesis es que UN GIGANTESCO EVENTO VOLCÁNICO añadió tanto monóxido de carbón y dióxido sulfúrico a la atmósfera que el cambio climático devastó los ecosistemas marinos y terrestres, y al menos el 75% de las especies se extinguieron.

'Basados en los tipos de cambios que los humanos han producido, ES CLARO QUE TENDREMOS UN MARCADOR GEOLÓGICO, que los humanos son una fuerza geológica y que estamos en un nuevo período geológico de un tipo nunca visto en la Tierra', asegura Olsen.

CIUDADES FÓSILES

Un marcador que dejaremos en algunas partes del planeta serán los restos fosilizados de las ciudades, en el entendido de que algún día sean abandonadas. SERÁN EL EQUIVALENTE ANTROPOCENO DE LA LAVA DEL JURÁSICO: remanentes físicos de la transición planetaria.

Según Jan Zalasiewicz SOLO CIERTAS CIUDADES DEJARÁN MARCAS DISTINTIVAS. Ciudades interiores como Moscú o Nueva Delhi se convertirán en anónimas arenas, mientras que las costeras, como Nueva York, Dhaka o Ámsterdam quizá queden en un estado parcialmente reconocible.

'Las cloacas y el sistema eléctrico, los subterráneos, se conservarán muy bien. En la superficie los edificios colapsarán caóticas en masas de escombros. Pero formarán estratos muy diferentes a cualquier cosa que haya habido antes', pronostica Zalasiewicz.

Será así porque las formas y los materiales de ESOS 'ESTRATOS URBANOS' no se parecerán a nada que haya formado la naturaleza.

'El concreto es como una caliza arenosa así que tiene un buen potencial de conservación. Los ladrillos pasarán de rojo a gris, mantendrán la forma aunque posiblemente se aplanen un poco', considera Zalasiewicz.

'El vidrio se volverá un material lechoso y se cristalizará muy finamente. El acero se oxidará y desaparecerá pero dejando huecos donde alguna vez estuvo. Así que podemos aplicar las principios de la geología a los nuevos estratos que estamos haciendo para predecir cómo lucirán en decenas de miles de años.'

EXTINCIÓN EN MASA

LOS ANIMALES Y PLANTAS FOSILIZADOS DEL ANTROPOCENO también tendrán valor, asegura el paleontólogo de la Universidad de California-Berkeley, Anthony Barnosky.

Las fronteras entre períodos geológicos están marcadas por LA EXTINCIÓN DE MÚLTIPLES ESPECIES Y, EN CINCO CASOS EN LA HISTORIA DE LA TIERRA, POR EXTINCIONES MASIVAS, la última de las cuales sucedió 65 millones de años atrás y significó el fin de los dinosaurios.

'Estamos causando que muchas especies se hayan extinguido o que vayan rumbo a la extinción. Yo comparo lo que está pasando hoy con el asteroide que eliminó a los dinosaurios, sólo que nosotros somos el asteroide', afirma Barnosky.

Los últimos cálculos de Barnonsky, publicados en la prestigiosa revista Nature, son buenas noticias para los que proponen oficializar el Antropoceno, pero malas para el resto de nosotros.

Al comparar el ritmo de extinción de animales durante los últimos cinco siglos con los testimonios fosilizados de LAS CINCO PREVIAS 'EXTINCIONES MASIVAS, el equipo de Barnonsky concluye que la extinción va a una velocidad 12 veces mayor que durante tiempos de estabilidad evolutiva.

'SI CONTINUAMOS ASÍ Y VEMOS EL MISMO RITMO DE PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD QUE HEMOS VISTO EN LOS PASADO 500 AÑOS, veremos la magnitud de desapariciones que fue característica de los dinosaurios en un par de siglos, quizá antes'.

domingo, 11 de noviembre de 2012

ANALIZARÁN ORIGEN COLONIAL DEL CULTO A LA SANTA MUERTE



*** El culto a la imagen esquelética, como se practica hoy, surgió mediados del siglo XX, pero tiene sus antecedentes en el periodo virreinal, de acuerdo con la antropóloga Katia Perdigón

*** Los jueves de noviembre, la especialista impartirá en el Museo Nacional del Virreinato el curso: Historia, concepto, alegoría y religiosidad popular en torno a la muerte

Aunque el culto a la Santa Muerte tal como se conoce hoy en día, con el tipo de rezos y concepto, no va más allá de mediados del siglo XX, la veneración a la imagen esquelética tiene sus antecedentes en la época colonial, señaló la antropóloga Katia Perdigón Castañeda, quien analizará estos temas en el Museo Nacional del Virreinato, durante un curso que se impartirá los jueves de noviembre.

La investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), refirió que la muerte representa para muchos una palabra tabú y su sola mención produce silencio, admiración y miedo, por ello la necesidad de romper prejuicios mediante el conocimiento de su historia, concepto, alegoría y religiosidad popular, aspectos a tratar en dicha actividad académica.

Si bien algunas ideas prehispánicas en torno a la muerte sobrevivieron a través de las crónicas de los españoles, entre ellas por fray Bernardino de Sahagún en su Historia de las cosas de Nueva España, éstas —opinó Perdigón Castañeda— fueron matizadas por la propia cultura de los conquistadores; asimismo, los vestigios arqueológicos no son del todo suficientes para tener un parámetro real de lo que se opinaba al respecto en la antigua Mesoamérica.

De acuerdo con la doctora en Antropología Social, pionera en estudios sobre la Santa Muerte, este ícono proviene de las danzas macabras y algunos diseños grecolatinos, de ahí la presencia de la guadaña, el manto y la balanza, por mencionar algunos elementos.

Durante la Colonia, el trabajo evangelizador se enfocó en preparar a devotos y conversos para recibir una “buena muerte”. Este concepto, junto con el del fallecimiento como castigo por el pecado de Adán y Eva, y el del Juicio Final, dio pie a una rica iconografía plasmada en el arte virreinal.

Por ejemplo, refirió Katia Perdigón, en esa época grandes esculturas con la imagen esquelética salían en procesión el Viernes Santo. De éstas, se conservan al menos tres en el país que son veneradas hasta el día de hoy: la Santa Muerte de Yanhuitlán, que es visitada en el ex convento dominico de esa localidad oaxaqueña; y las conocidas como San Bernardo y San Pascual Bailón, en Tepatepec, Hidalgo, y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, respectivamente.

Para la especialista del INAH, es probable que los adoctrinados abstrajeran en estos elementos escultóricos los conceptos cristianos acerca de la “buena muerte”, de modo que los convirtieron en motivo de culto.

“En la época colonial, la Iglesia católica vio como una herejía esta veneración hacia la imagen esquelética de la muerte. De acuerdo con documentos inquisitoriales de los siglos XVII y XVIII que pude consultar, las represalias no iban dirigidas a la gente involucrada, sino a la acción en sí, incluso en 1797 se arrasó una capilla en el pueblo de San Luis de la Paz, donde se ejercía este culto”, abundó Perdigón Castañeda.

Ya en el siglo XIX, luego de la desamortización de los bienes de la Iglesia, que conllevó también la secularización de los panteones, apuntó la restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, los feligreses dejaron de comprender en buena parte el sentido católico de prepararse para el “bien morir”, y por ende de la imagen de la muerte.

“Así surgió una iconografía totalmente distinta, por ejemplo, las danzas macabras y la representación del Triunfo de la Muerte se convirtieron en otra cosa, de tal manera que son retomadas para realizar la burla política, esto lo comenzó el caricaturista Gabriel Vicente Gahona (‘Picheta’) en el sureste, y años más tarde lo hizo José Guadalupe Posada, con la imagen de La Catrina”.

Salvo la imagen del esqueleto en sí, Perdigón Castañeda advirtió que la actual religiosidad popular en torno a la Santa Muerte, con sus características propias (un bricolaje de ideas, sincretismos y símbolos retomados lo mismo de la religión católica, la yoruba u otras), poco o nada tiene que ver con esa devoción virreinal.

“No sabemos quién lo impulsó, pero es posible que entre 1950 y 1960 circularan las primeras estampas con esta imagen y un rezo específico en el reverso, para ese periodo quienes le oraban eran sobre todo personas que estaban en peligro de muerte, fuera por su estilo de vida o tipo de trabajo.

“Lo mismo —continuó la antropóloga— se acercan a ella (la Santa Muerte) amas de casa, que médicos o policías; sin embargo a finales de los años noventa, el amarillismo ha ligado su culto a grupos fuera de la ley o personas que viven o ejercen en las calles, tras difundirse que el secuestrador Daniel Arizmendi, alias “El Mochaorejas”, capturado en esa década, era devoto de la imagen”.

Katia Perdigón concluyó que esta devoción surgida en la región centro del país ha cruzado las fronteras sur y norte, e incluso el Océano Atlántico, pues en Europa su iconografía es retomada como un elemento kitsch, de manera que es imposible pronosticar su duración pues se ha reactualizado y reestructurado, de acuerdo con las necesidades del momento y los gustos de quienes profesan este tipo de creencias.

sábado, 20 de octubre de 2012

¿FUE LA LUNA ALGUNA VEZ PARTE DE LA TIERRA?




 NUEVAS TEORÍAS SOBRE LA VELOCIDAD DE ROTACIÓN DE NUESTRO PLANETA cuando se formó la Luna sugieren que el satélite natural podría estar formado enteramente de material terrestre.

NUEVAS TEORÍAS sugieren que los materiales que formaron la Luna pudieron haberse originado en su totalidad en nuestro planeta.

Desde hace tiempo se cree que el satélite natural nació del impacto entre la Tierra y otro objeto celeste hace unos 4.500 millones de años.

Pero según esta teoría, LA COMPOSICIÓN QUÍMICA LUNAR debería tener elementos distintos al de nuestro planeta, la del otro objeto, mientras que los datos confirman que la Luna tiene elementos muy similares a la Tierra.

Ahora dos nuevas hipótesis intentan confirmar que el satélite surgió enteramente de material desprendido por nuestro planeta.

Los modelos, propuestos por dos equipos estadounidenses del instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Investigación del Suroeste, afirman que la velocidad a la que la Tierra giraba en el momento del impacto era mucho más veloz de los que se creía y que debido a un choque con otro objeto se desprendieron materiales de nuestro planeta que, con el tiempo, formaron la Luna.

LAS TEORÍAS, ADEMÁS, CONCUERDAN CON LA QUÍMICA

REGRESO A LA VIEJA TEORÍA

Esta nueva explicación ha sido respaldada por dos recientes publicaciones en la prestigiosa revista científica Science.

LA 'TEORÍA DEL IMPACTO GIGANTE', hasta ahora ampliamente aceptada por la comunidad científica, fue formulada por primera vez en 1970 y sostiene que la Luna se formó de los restos que surgieron tras la colisión de la Tierra con un protoplaneta.

Pero estos modelos indican que gran parte de los desechos originados podrían pertenecer al protoplaneta, cuya composición probablemente era muy diferente a la de la Tierra.

Sin embargo, esto no concuerda con lo que se deduce de los análisis químicos disponibles. La estructura de los átomos de ambos cuerpos celestes es prácticamente idéntica.

Según puede leerse en uno de los nuevos trabajos, 'los isótopos de oxígeno y titanio varían en gran medida en el Sistema Solar y se usan como 'huellas dactilares' de planetas y meteoritos. Los datos muestran que La Luna y la Tierra son 'gemelos isotópicos''.

El problema del viejo modelo es, por lo tanto, una cuestión química. Con él se explica tanto la masa de ambos cuerpos como sus órbitas y sus rotaciones, pero no su composición.

LA VELOCIDAD A LA QUE LA TIERRA GIRABA SOBRE SU PROPIO EJE TAMBIÉN ES CLAVE.

Hasta ahora se creía que, en el momento de la formación de la Luna, nuestro planeta giraba mucho más rápido que en la actualidad, y un día duraba tan solo cinco horas.

Pero a tal velocidad, un impacto con un objeto extraño no podría producir suficiente material para formar un objeto como la Luna.

Por eso, los nuevos modelos señalan que la Tierra daba una vuelta completa sobre sí misma en apenas dos horas.

IDÉNTICA A LA TIERRA

Matija Cuk, del instituto SETI, y sus colegas realizaron simulaciones en las que la Tierra giraba sobre su eje en unas pocas horas antes del impacto, a diferencia de las 24 que demora ahora.

El equipo pudo comprobar que, en un escenario con estas características, era posible que un grupo de desechos provenientes de nuestro planeta formase el satélite.

Después del impacto, la interacción gravitacional entre la Tierra y la Luna podría haberse desacelerado hasta alcanzar la velocidad actual.

El equipo de Robin Canup, del Instituto de Investigación del Suroeste, tuvo una aproximación distinta.

Sus simulaciones consistieron en colisiones entre la Tierra y objetos celestes de gran tamaño, a distintas velocidades.

En este caso, el equipo también pudo producir una Luna con una composición química idéntica a la tierra.

sábado, 13 de octubre de 2012

INAUGURAN NUEVO MUSEO DE SITIO EN CANTONA




  MUSEO DE SITIO

*** Con cerca de 600 objetos prehispánicos, recuperados en 20 años de investigaciones arqueológicas, el INAH abrió este miércoles el espacio museístico y sus áreas de servicio

*** En el museo, cuya inversión asciende a 13 millones de pesos, se exhibe una serie de cuchillos de obsidiana que fueron usados hace 2,000 años para sacrificios humanos

LA CIUDAD PREHISPÁNICA DE CANTONA, EN PUEBLA, la más urbanizada de su época en el ALTIPLANO CENTRAL,  necesitó 20 años de investigación para entender su complejidad y esplendor, aspectos que ahora son explicados en un nuevo Museo de Sitio, inaugurado este 10 de octubre, donde cerca de 600 objetos arqueológicos dan testimonio sobre la forma de vida de quienes la habitaron hace más de 1,500 años.

Al presidir la apertura del nuevo espacio, Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), indicó que la construcción de este espacio se inscribe dentro de un proyecto emprendido por la actual administración federal para renovar la red nacional de museos de la institución. La inversión destinada a la construcción y equipamiento de este museo de sitio ascendió a 13 millones de pesos, aportados por el INAH y el Gobierno del Estado de Puebla.

De Maria y Campos destacó que durante estos seis años el Instituto ha restaurado 73 recintos bajo su adscripción, y construido 16 nuevos espacios museográficos, entre los que destaca el MUSEO MAYA DE CANCÚN, próximo a inaugurarse.

Acompañado del gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle, el titular del INAH expresó que la apertura de este museo constituye un homenaje al trabajo del arqueólogo Ángel García Cook, quien ha dedicado dos décadas de vida PARA CONOCER ESTA ANTIGUA CIUDAD EDIFICADA POR LOS CANTONENSES.

El museo se construyó con lajas de cantera para no romper la visual del sitio precolombino. También se dotó de mobiliario, tecnología y diseño museográfico, y se edificó la Unidad de Servicios de la zona arqueológica, equipada con cafetería, taquilla, baños, tienda y estacionamiento.

LAS 598 PIEZAS PREHISPÁNICAS, rescatadas durante dos décadas de exploraciones, están contextualizadas con información histórica, la recreación de un espacio habitacional y videos que ofrecen un panorama general de lo que fue ESTA CIUDAD, LA MÁS EXTENSA DE MESOAMÉRICA CON 14.4 KM, y que representa además EL SITIO ARQUEOLÓGICO CON MAYOR NÚMERO DE CANCHAS DE JUEGOS DE PELOTA, DONDE SUMAN 27 LAS REGISTRADAS HASTA EL MOMENTO.

El arqueólogo Ángel García Cook muestra el nuevo espacio museístico a Alfonso de María y Campos, director del INAH, y a Rafael Moreno Valle, gobernador del estado de Puebla, durante el recorrido inaugural

Aspecto del interior del Museo de Sitio de Cantona

Las piezas que se exhiben en el museo son resultado de 20 años de investigación


 OFRENDA A EL PALACIO

Artefactos de obsidiana, entre los que DESTACAN CUCHILLOS DE SACRIFICIO DE 2,000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD —que al ser analizados en laboratorio se les encontró restos microscópicos de sangre y tejidos musculares humanos—, figurillas de barro, instrumentos musicales de caracol y cerámica, y una serie de esculturas fálicas que se encontraron en la escalinata de LA PIRÁMIDE CENTRAL DE LA PLAZA DE LA FERTILIDAD, son algunas de las piezas que el público ya puede admirar.

EL MUSEO DE SITIO DE CANTONA también da cuenta de la vida cotidiana de los ANTIGUOS HABITANTES DEL LUGAR Y DE SU PRINCIPAL ACTIVIDAD, la explotación de la obsidiana, que fue equiparable a la que se dio en TEOTIHUACAN.

El nuevo espacio museístico fue edificado con la intención de mostrar al visitante la importancia de este asentamiento habitado desde 600 a.C. hasta 1000 d.C.; tuvo su apogeo económico, social y cultural de 300 a 550-600 d.C., con la explotación de dicho mineral vítreo.

El recorrido por el museo está planeado en torno a tres temáticas. LA PRIMERA, DEDICADA A LA CIUDAD; LA SEGUNDA, A LA EXPLOTACIÓN DE LA OBSIDIANA, Y LA TERCERA, A LA COSMOVISIÓN.

 Destacan cuchillos de sacrificio de dos mil años de antigüedad


Pieza con representación de serpientes entrelazadas

Sala 'Culto a la fertilidad'

Arqueólogo Ángel García Cook, director del Proyecto Arqueológico Cantona

La visita comienza con LA ESCULTURA DE HUEHUETÉOTL, DIOS VIEJO O SEÑOR DEL FUEGO (50 al 600 d.C.), CUYO CULTO FUE UNO DE LOS MÁS ANTIGUOS EN MESOAMÉRICA, que se exhibe acompañada de un cráneo humano tal como se encontró en LA PIRÁMIDE DE LA FERTILIDAD; en este espacio también se aprecia una urna que data de 100 a.C., hallada en el Juego de Pelota 5, que aún conserva los colores con que fue decorada y presenta elementos característicos de la cerámica de la región.

En esta sección, el visitante también puede conocer acerca de LAS CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS SUI-GENERIS DE CANTONA, en tanto que sus rasgos constructivos la hacen distinta a otras ciudades contemporáneas, como TEOTIHUACAN Y CHOLULA.

Al respecto, el arqueólogo Ángel García Cook, autor del guión científico del nuevo recinto y director del Proyecto Arqueológico Cantona, explicó que “EN EL SITIO HAY UNA ASIMETRÍA PROVOCADA. Tanto la planificación de la ciudad como de cada construcción carece de simetría y se adapta a la superficie natural del terreno, ya sea loma o ladera”.

El investigador abundó que al interior LA CIUDAD ESTABA COMUNICADA POR UNA COMPLEJA RED DE CALZADAS CERRADAS, CALLES, PASILLOS Y CALLEJONES PRIVADOS, QUE SUMAN ALREDEDOR DE CUATRO MIL.

Entre las piezas que el público podrá apreciar en esta parte del recorrido se encuentran utensilios de cocina para preparar y servir alimentos, artefactos de hueso y obsidiana para la caza y producciones de pieles y figurillas de barro de LA FASE CANTONA I (600 a.C. - 50 d.C.), que son de las pocas que se han encontrado con esa antigüedad. También se muestra UNA COLECCIÓN DE INSTRUMENTOS MUSICALES, COMPUESTA POR SILBATOS, TROMPETAS DE CARACOL Y TAMBORES DE CERÁMICA.

LA EXPLOTACIÓN DE OBSIDIANA
Cantona se ubica al oriente del Altiplano Central de México, dentro de los municipios de Cuyoaco y Tepeyahualco, en Puebla. A 9 kilómetros del sitio se localizan los yacimientos de obsidiana Oyameles-Zaragoza, que fueron los más importantes de Mesoamérica.

LOS ANTIGUOS HABITANTES DE CANTONA explotaron esas vetas y convirtieron a la explotación de obsidiana en la actividad económica fundamental para su desarrollo, llegando a convertirse en el controlador total del mineral en el oriente del Altiplano. Los detalles de esta riqueza alcanzada se explican en la segunda sección del museo.

En el museo se exhibe una serie de cuchillos de obsidiana que fueron usados hace 2,000 años para sacrificios humanos

HUEHUETÉOTL, DIOS VIEJO O SEÑOR DEL FUEGO

Diseño de la Galería: Página Web, con fotos de Mauricio Marat / INAH

“El mineral se explotaba en pequeños talleres domésticos, localizados dentro de casas, de los cuales a la fecha se han descubierto cerca de 200”, destacó el arqueólogo Ángel García Cook.

“También —agregó— existían talleres controlados por el Estado; hasta el momento se han localizado más de 350”. LA OBSIDIANA DE CANTONA era de un color gris casi negro, utilizada para la fabricación de artefactos, mientras que la de TEOTIHUACAN fue verde y exclusiva para LA GENTE DE ELITE DE DIVERSAS CIUDADES MESOAMERICANAS.

En esta sección se explica el proceso de manufactura de las herramientas hechas con este mineral, un video y la diversidad de herramientas como raspadores, navajas y cuchillos para uso doméstico, caza, rituales religiosos e incluso para la guerra.

El recorrido por el Museo de Sitio de Cantona termina con el módulo LA COSMOVISIÓN, que describe algunos rituales, como el autosacrificio con navajillas de obsidiana, de las cuales se puede apreciar una amplia colección junto con pequeños recipientes de cerámica en los que era guardada la sangre que se obtenía. En este apartado se exhiben los cuchillos de sacrifico en los que se detectaron componentes sanguíneos y microscópicos fragmentos de tejidos musculares humanos.

El arqueólogo García Cook puntualizó que en CANTONA se realizaban importantes RITUALES AGRÍCOLAS para LA FERTILIZACIÓN DE LA TIERRA; uno de los descubrimientos más importantes del sitio fue un conjunto de nueve esculturas fálicas, acomodadas sobre restos óseos humanos, colocados sobre UN MASCARÓN, AL PIE DE LA ESCALINATA DE LA PIRÁMIDE MÁS GRANDE. Es así que junto con el JUEGO DE PELOTA, EL FALO fue uno de los principales símbolos de veneración en CANTONA.

A CANTONA se llega por las autopistas México-Orizaba o México - Apizaco, en el primer caso hay que desviarse en la caseta de Amozoc con destino al pueblo de Oriental, y de ahí tomar la carretera a Tepeyahualco; en el segundo, al llegar a Apizaco dirigirse a Oriental.

sábado, 6 de octubre de 2012

HALLAZGO EN TEMPLO MAYOR



 PIEDRA DE SACRIFICIOS Y CRÁNEOS AFLORAN EN EL TEMPLO MAYOR

CRÁNEOS EN EL TEMPLO MAYOR. DE MÁS DE CINCO SIGLOS

*** Se trata de 45 CALAVERAS y más de 200 MANDÍBULAS HUMANAS descubiertas cerca de un edificio del RECINTO SAGRADO DE TENOCHTITLAN; es el conjunto más numeroso de cráneos hallados en el lugar

*** También se descubrió UNA PIEDRA SACRIFICIAL Y OTRAS CINCO CALAVERAS CON ORIFICIOS, las cuales quizá formaron parte de UN TZOMPANTLI DE LA URBE MEXICA

Un conjunto de 45 cráneos humanos y alrededor de 250 mandíbulas inferiores fueron descubiertos por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) en las cercanías de UN EDIFICIO CEREMONIAL que formaba parte del RECINTO SAGRADO DE TENOCHTITLAN; el hallazgo, que se estima tiene poco más de 500 años de antigüedad, representa el depósito más numeroso de calaveras hasta el momento hallado en la Zona Arqueológica de Templo Mayor, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

“Los cráneos eran utilizados por los antiguos mexicas como ELEMENTOS DE CONSAGRACIÓN o de clausura de espacios arquitectónicos, y para rituales vinculados al CULTO A MICTLANTECUHTLI, DIOS DE LA MUERTE, por lo que quizá se trata de UNA OFRENDA que sirvió para clausurar alguna edificación prehispánica”, informó el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del INAH.

El depósito de cráneos, explico el investigador, se halló en la parte posterior de la estructura denominada CUAUHXICALCO —descubierta en 2011—, debajo del cual también se encontró una piedra de sacrificios, la segunda que se localiza en el sitio en los últimos 20 años, y que posiblemente corresponda a la etapa constructiva II del Templo Mayor (1375-1427).

El arqueólogo Barrera Rodríguez destacó que debajo de la piedra sacrificial se descubrieron otros cinco cráneos fragmentados y que tienen un orificio a la altura del parietal, lo que hace suponer que quizá, en algún momento, formaron parte de UN TZOMPANTLI (monumento donde se exponían las calaveras de sacrificados) del RECINTO SAGRADO DE TENOCHTITLAN.

Debajo de la 'Piedra de Sacrificio' se localizaron cinco cráneos con orificios; posiblemente formaron parte de un 'tzompantli'

 El hallazgo, en las cercanías de un edificio ceremonial que formaba parte del Recinto Sagrado de Tenochtitlan

Localizados en la Zona Arqueológica de Templo Mayor, en el Centro Histórico de la Ciudad de México

Tronco de encino. (Detalle)

“Es posible que algunos de los 45 cráneos que se encontraban por encima de la piedra de sacrificios, hayan sido manipulados con la intención de ELABORAR ‘MÁSCARAS-CRÁNEO’ que nunca fueron concluidas, sólo son preformas, lo cual se infiere a partir de las huellas de corte que presentan”, consideró el arqueólogo del INAH.

LAS MÁSCARAS-CRÁNEO se caracterizan por ser caretas hechas con el frente de las calaveras humanas, y en ciertos casos eran adornadas con aplicaciones de piedra verde para simular  los ojos, o se acompañaban con collares de caracol, cascabeles y cuchillos de obsidiana.

De acuerdo con la arqueóloga Ximena Chávez, quien ha estudiado a detalle la producción prehispánica de DICHO TIPO DE MÁSCARAS ENTRE LOS MEXICAS, se considera que éstas son representaciones de MICTLANTECUHTLI, según comparaciones con elementos pictóricos de los Códices del Grupo Borgia.

La arqueóloga del INAH sugiere que las caretas eran depositadas en diversas ofrendas, usadas como atavíos de individuos sacrificados o quizá eran suspendidas y exhibidas en templos; aunque no fueron utilizadas como máscaras en sí, ya que los orificios de las órbitas de los ojos eran tapados, lo que impediría la visión de quien las portara.

El arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable del PAU, detalló que el hallazgo de los 45 cráneos se registró a mediados de agosto pasado, durante las labores de infraestructura que se realizan en el predio Plaza Manuel Gamio, para la creación de un vestíbulo de acceso a la Zona Arqueológica y Museo del Templo Mayor.

“Los restos óseos se encontraron directamente sobre un relleno de tierra, correspondiente a LA ETAPA CONSTRUCTIVA IV DE TEMPLO MAYOR (1440-1469); estaban delimitados por UN ALINEAMIENTO DE PIEDRAS que los concentraba en un espacio de 1.5 metros de este a oeste, y 1.2 de norte a sur; además corresponde al DEPÓSITO DE CRÁNEOS MÁS NUMEROSO hasta el momento descubierto en la zona arqueológica”.

El arqueólogo consideró que LA MAYORÍA DE LAS CALAVERAS, que posiblemente fueron exhumadas, corresponden a mujeres y hombres que tenían entre 20 y 35 años de edad al momento de morir, lo cual se confirmará con estudios posteriores.

El depósito cuenta con más de 500 años de antigüedad

 Es posible que algunos de los 45 cráneos hayan sido manipulados para elaborar máscaras-cráneo

Estructura circular asociada al Árbol Sagrado

Como parte de la supervisión arqueológica de la obra de infraestructura, las especialistas Estíbaliz Aguayo Ortiz y Berenice Jiménez González realizaron un sondeo que permitió detectar el conjunto de restos óseos, y se enfocaron a la excavación de ese espacio, para después continuar con el registro (toma de imágenes, dibujos a escala e identificación de restos con números) y levantamiento de cada elemento.

“LOS CRÁNEOS SE HALLARON EN BUEN ESTADO, ya que las condiciones de humedad facilitaron su conservación, si bien se encontraron fragmentados por el peso de los pisos y rellenos de tierra que tenían encima, una buena parte de ellos están completos y con posibilidad de armarlos y restaurarlos”, dijo la arqueóloga Estíbaliz Aguayo.

La investigadora indicó que en esta ofrenda no se localizaron piezas de cerámica, ornamentos o huesos de animales —como en otros casos similares en los que se han encontrado calaveras—, “además observamos que los restos fueron depositados sin un orden aparente, de manera indistinta como si hubieran sido arrojados”.

Respecto a los cinco cráneos con orificios, el arqueólogo Raúl Barrera consideró que se trata de UNA OFRENDA DE CONSAGRACIÓN hacia la piedra de sacrificios —de 45 cm de altura, entre 35 y 42 cm de largo y 9 cm de grosor—, luego de haber estado suspendidas en un TZOMPANTLI, “ESCENARIO DE COMUNICACIÓN ENTRE EL MUNDO DE LOS HOMBRES Y EL DE LOS DIOSES”.

“DICHA PIEDRA era utilizada en tiempos prehispánicos para colocar a una persona de espalda sobre ella, con dirección de oriente a poniente, una vez recargada, era sacrificada abriéndole la caja toráxica para sacar el corazón”, explicó el arqueólogo.

Raúl Barrera puntualizó que las investigaciones sobre la segunda ofrenda (integrada por la piedra de sacrificio y los cinco cráneos con orificios) continuarán PARA PROFUNDIZAR, MÁS ADELANTE, EN EL SIGNIFICADO Y SIMBOLISMO DE LOS MATERIALES QUE LA INTEGRAN.

Los cráneos serán sometidos a procesos de conservación

Los cráneos localizados, posiblemente, formaron parte de una ofrenda de consagración

Se localizaron, además, 250 mandíbulas inferiores

 El depósito, se estima, tiene poco más de 500 años de antigüedad. Diseño de la Galería: Página Web, con fotos de Héctor Montaño y Melitón Tapia / INAH

LIBERACIÓN DE ESTRUCTURA CIRCULAR ASOCIADA A ÁRBOL SAGRADO

Como parte de las labores de infraestructura que se realizan en el Predio Plaza Manuel Gamio, a finales de mayo pasado, fue encontrada UNA ESTRUCTURA CIRCULAR que contenía en su interior un tronco de encino, que debido a su proximidad y sincronía temporal con el CUAUHXICALCO (EDIFICIO CEREMONIAL), los arqueólogos han propuesto que se trata de uno de los árboles sagrados que hubo en el RECINTO CEREMONIAL DE TENOCHTITLAN.

“Dicho elemento arquitectónico corresponde a la etapa constructiva IV de Templo Mayor (1440-1469); ya fue excavada y liberada por completo, con lo que se pudo conocer sus medidas exactas (2.2 metros de diámetro y 55 cm de altura) y materiales que la constituyen: piedras de tezontle unidas con lodo, que integran el muro, y un recubrimiento de estuco”, explicó el arqueólogo Raúl Barrera.

LA ESTRUCTURA FUE DESCUBIERTA FRENTE AL CUAUHXICALCO localizado en 2011, aproximadamente a dos metros de distancia, con dirección al adoratorio DE HUITZILOPOCHTLI, por lo que quizá el tronco de encino encontrado se trate de uno de los árboles sagrados del ÁREA CEREMONIAL DE TENOCHTITLAN, que fray Bernardino de Sahagún y Diego Durán refieren en sus textos Historia General de las cosas de la Nueva España e Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme, respectivamente.

EL TRONCO DE ENCINO Y SU ESTRUCTURA CIRCULAR serán exhibidos en el espacio donde fueron encontrados para el disfrute de los visitantes, una vez que termine la obra de infraestructura del sitio, concluyó el arqueólogo Raúl Barrera.